Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


jueves, 19 de marzo de 2020

Nanorrelato Nº 560. Coronavirus y mi madre


Mi madre se mató a trabajar. Trabajó de noche como telefonista, sin faltar un solo día .Trabajó de portera durante 24 por 7, como se dice ahora, sin ausentarse de su obligación, nunca. Se deslomó de sol a sol en el campo y nunca se puso mala. Atendió como tendera en un colmado que estaba lejísimos de casa y jamás llegó tarde y, por supuesto, nunca cogió una sola peseta del cajón. Se arrodilló doblándose como una tenaza limpiando portales, y jamás nadie le echó en cara que había olvidada una sola brizna de suciedad por donde ella había pasado agachada. Y me mandó a la Universidad. Y me hice bioquímico, y me hice médico, y me hice abogado, y me hice ingeniero, y me hice físico. Y, ahora, a un clic de ratón tengo desde todo el metabolismo intermediario hasta la última actualización del tratamiento de la pancreatitis del journal of digestive diseases and hepatology, pasando por la mejor ponencia sobre bioética y  los últimos trabajos sobre superconductores, para terminar con una tesis doctoral muy buena sobre la ecuación de Schrödinger. Tengo todo eso, y más. Pero para mi madre no tengo nada, salvo encerrarla en casa para que el Covid-19 no la fulmine. Lo siento, madre. Lo siento.

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