Recé a un Dios y
al otro, por si acaso llevaban razón los seguidores de ambos respecto a estar
en posesión de la auténtica verdad. Nada, no obtuve respuesta. Acudí a
psiquiatras que me entregaron los últimos fármacos disponibles, y a amigos
verdaderos que aguantaron a “palo seco” mis axiomas. Nada, de nuevo. Hablé
conmigo mismo en bajito, susurrándome, para no asustarme, y con mi otro yo a
gritos, mirándole a los ojos en el espejo del baño. Negativo-Noviembre. Tomé
las drogas psicodislépticas más poderosas para intentar engañar a la realidad y
pasé temporadas en las que me alimentaba sólo de agua microfiltrada y alimentos
libres de transgénicos a ver si de la extrema pureza obtenía algo. Silencio. Y...un
buen día me respondieron todos a la vez y… ¡coincidieron! Peor. Muchísimo peor.
No me gustó en absoluto la respuesta. ¡Me está bien empleado por preguntar!
FIN.
Un trocito de....
"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner
viernes, 22 de enero de 2016
jueves, 14 de enero de 2016
Nanorrelato nº 432. XJ25 a Nodriza: Cambio
Y, con una
sensación de fracaso enorme, el extraterrestre envió un mensaje de recogida
urgente antes de haber finalizado su misión en el azulado y malherido planeta.
Ya no le quedaba moneda terrícola de ningún tipo con la que paliar a los miles
y miles de mendigos algo de su, para él, incomprensible falta de alimentos.
También es cierto que sus extremidades estaban ya cansadísimas de excavar
refugios para chiquillos ante los bombardeos en guerras que no comprendía de
dónde venían. Tampoco le quedaba dinero para proporcionárselo a brillantes investigadores
que estaban a un pasito de paliar enfermedades horripilantes erradicadas hacía
siglos en su planeta de origen.
«¿Ya
quieres regresar? Te van a echar la bronca, no has terminado tu misión», le dijo su compañero de platillo
« No
quieren. Esto no tiene arreglo…. aquí no pinto nada. Vayámonos de aquí »
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