Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


miércoles, 26 de diciembre de 2012

Nanorrelato nº 241. Intensos y verdaderos


Nada más situarse al otro lado del escritorio percibió el olor intenso, educado, verdadero, que ofrece siempre la colonia cara. La mesa también soportaba objetos intensos y verdaderos, como los trazos realizados sobre una cuartilla, líneas seguras que tachaban nombres para siempre; como el marco que encerraba a dos chiquillos vestidos a juego de un gris perla precioso; como las dos manos que descansaban, que sostenían todo el decorado, despertándose una de ellas con un movimiento ingrávido para indicarle que tomara asiento. Pero no….
<< ¿Se marcha usted sin escucharme?>>
<< Claro. He venido sólo…, para irme>>
Óleo sobre lienzo

domingo, 23 de diciembre de 2012

Nanorrelato nº 240. El merecido descanso


Ya era bebedor. Mejor dicho: ya era un bebedor. Bueno, hacía bastante tiempo que era alcohólico pero apenas unos instantes que lo sabía, quería decir. La sensación que recorrió su cuerpo al ser consciente de ello no fue muy distinta a la que se paseaba por su garganta durante el primer trago de la mañana, aunque tengo que añadir que diferencia de la habitual, el sabor acre de la tristeza por el descubrimiento sí que ponía cierta nota de distinción. << ¡En algo he ganado!>> pensó con su brillante mente analítica, esa que tantas y tantas veces le había sacado de apuros y que le había sido fiel durante años, a pesar del maltrato con el que le había pagado tanta devoción. <<Ya no buscaré más una explicación. Por fin descansaré>>.
Óleo sobre lienzo

lunes, 17 de diciembre de 2012

Nanorrelato nº 239. El "cubo"


Para él, el pozo no tenía misterio. A sus congéneres, que se creían mucho mejor que nuestro protagonista, les parecía increíble que alguien tan simple hiciese de forma tan sencilla lo que ellos eran incapaces de resolver sin ingentes cantidades de dinero. Hacía lo que nadie podía: bajar y subir con facilidad. Tenía a su favor, por tanto, ser alguien tan simple como un cubo. Ah, eso sí, se llevaba bien con la polea, a la que nadie, por cierto, le había hecho el menor caso jamás.
Acrílico y esmalte sintético sobre lienzo (65 x 46)

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Nanorrelato nº 238. El fantasma del metro


<<Un día horrible ¿verdad?>>
<< Perdone, no quiero hablar. >>
<<No debería bajar la cabeza. En el metro vive un fantasma que, cuando se sienta al lado de uno, le pregunta por sus problemas y, le da la solución. >>
<< ¿Seguro?>>
<<Completamente. >>
<<Pues, espero tener suerte. >>
<<Si desea con fuerza que venga, vendrá. Yo me bajo aquí. >>
<< Adiós. >>
<<Ah, se me olvidaba: no haga esa barbaridad que le viene rondando. Los problemas de dinero los solucionan las personas, y las que le están esperando tienen fuerza suficiente para eso y más. Adiós. >>
Óleo sobre lienzo (46 x 38)

viernes, 7 de diciembre de 2012

Nanorrelato nº 237. El tesoro


Antes de que vuelva papá, hermanita, vamos a darle una sorpresa: tenemos que encontrar ese tesoro que dice que tiene escondido y que por eso no tiene importancia que no tenga trabajo; cogemos un poquito y le compramos unos zapatos, que los que lleva ya están rotos. Corre, venga, vamos, que ya está anocheciendo.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Nanorrelato nº 236. Deseo cumplido


Hastiado de repetir lo mismo sin resultado, de levantarse una y otra vez, de llegar hasta el borde con el deseo ardiente y sólo obtener, recoger, retirar, ese mismo deseo frío e inerte, cambió los papeles: la moneda se quedó fuera, y él se tiró al pozo. Y acertó de pleno. 

martes, 4 de diciembre de 2012

Nanorrelato nº 235. Pantalón largo


Que ganas de ser adulto tenía, de llevar pantalón largo como los mayorzotes para que no le rozase la pierna  la culata del Kalashnikov.