Fue por el pasillo rojo: ¡zas!, calambrazo. Deshizo sus pasos cojeando y…volvió al pasillo verde: ¡bien!, comida. Pero una vez ahíta volvió al pasillo rojo y… ¡zas y zas!, dos calambrazos. Retomó de nuevo el camino verde, esta vez cojeando por el doble castigo y volvió a encontrarse con el alimento, del que apenas tomó un par de bocados por la cercana ingesta anterior. Volvió al pasillo rojo y ¡Zas, zas y zas! Vuelta al verde, esta vez arrastrándose ya que la triple descarga había paralizado prácticamente sus extremidades traseras. Retomó el camino hacia el otro corredor, pero no llegó a él ya que dio media vuelta a escasos centímetros y ¡zas, zas, zas y zas! Cayó fulminada.
«Conclusión farmacológica del experimento X: El fármaco en estudio no es capaz de eliminar las tendencias suicidas si estas son reales. Punto»