Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


lunes, 23 de abril de 2012

Nanorrelato nº 194. El carpintero

Volvió a sentir como la ropa se le pegaba a la piel. De nuevo ese trozo de techo se mostró con su color más desgarrador: el blanco. Otra vez esa sensación de adquirir una posición ridícula a deshoras, fuera de contexto, como “que no pega”.  Sí, otra vez. Otra vez ese diván, ese mueble cotidiano a la fuerza por culpa de ese carpintero abyecto que daba saltos dentro de su cráneo, y que “otra vez”, haciéndole una llave de judo, le había  obligado a  tumbarse en él.
Óleo sobre lienzo (27x22)

lunes, 2 de abril de 2012

Nanorrelato nº 193. A dos horas (2º premio concurso microRedlatos Médicos del mundo)

 Todos los dioses del Olimpo estaban muy preocupados desde hacía algún tiempo. Sentados, cabizbajos, viendo cómo su jefe, Zeus, daba vueltas y saltos de forma compulsiva. Jamás le habían visto así. Era cómo si él hubiese perdido la paciencia, algo del todo imposible dada su posición y curriculum.
<<Dos horas, dos horas. La distancia…>> exclamaba de forma compulsiva mientras realizaba las extrañas piruetas.
<<No me miréis así ¿No lo entendéis? Pues…, mirad hacia abajo: aquellos dos chiquillos que desde aquí parecen juntos, uno está llorando porque se le ha roto su plumier y el otro, porque su nuevo hermanito ha muerto de hambre, igual que el anterior y el anterior y el anterior…. ¿Comprendéis? Me equivoqué, pensaba que estaban juntos…, y están a dos horas de avión. No le di importancia a ese espacio. No supe verlo. Me equivoqué.