Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


miércoles, 24 de agosto de 2011

Nanorrelato nº 118. 63 casillas

Del sillón a la cama, de la cama al pasillo, y de ahí a…sabe Dios que casilla. En ésta especial “oca” andaba inmerso nuestro amigo, con el lógico temor, si es que se puede mencionar a la lógica en éste esquizofrénico juego, de no caer en… ‘la cincuenta y ocho’. De momento aguantaba con el ‘de puente a puente y tiro porque me lleva la corriente’, y miraba  ‘la salida’ a través de la pequeña apertura que sus cansados párpados le permitían. <<Me hace falta un seis>>

jueves, 18 de agosto de 2011

Nanorrelato nº 117. La respiración

Una vez muerto, pero muerto de verdad, es decir, sin morirse, una vez que estuvo seguro que las constantes que evidencian dicho estado daban todo a favor, respiró. No fue una respiración profunda como las que realizaba cuando estaba vivo, cuando algo le preocupaba, o le emocionaba, o le exaltaba, o le estremecía, o le excitaba, o le deprimía. No. Fue una respiración monda lironda.

sábado, 6 de agosto de 2011

Nanorrelato nº 116. El globo

Y como un globo de antaño, lentamente, lo que le podía haber salvado, se fue elevando majestuosamente en la bóveda de la vida. Poco a poco fue dejándole  irse cada vez más lejos, hasta que una corriente de aire fresco se lo llevó para no volverlo a ver jamás. A pesar del tiempo transcurrido, todas las mañanas oteaba el comedor del asilo con la esperanza de ver aterrizar su amado aerostato. Todas las mañanas, repito, utilizando una galleta con un agujero en medio a modo de catalejo, daba un vuelta en redondo para abarcar la enorme estancia y así poder avistar con seguridad su objetivo (quiero añadir que lo dejó marcharse, sí, pero ni un solo día perdió la esperanza de volverlo a ver).