Y
empezó la metamorfosis, y al igual que para cualquier larva, el comienzo fue
difícil. Lo primero que había que desalojar era la palabra hotel y sustituirla
por la de hospital, que conceptualmente, aunque parezca extraño, son términos
contrarios, aunque he de añadir que las dos empiezan por hache, y…todo ayuda
(ya veréis). Y donde hay salón ha de haber almacén de limpio, y donde hay otro
salón ha de haber almacén de fármacos, y donde hay caramelitos de bienvenida ha
de haber gel desinfectante, y donde hay pomos invisibles ahora deben de tener
luz roja por ser uno de los sitios preferidos del virus para jugar al
escondite. Y donde hay revistas y periódicos para pequeñas esperas, ahora no
debe de haber nada, ya que el covid-19 también le gusta leer y pasar de mano en
mano. Y donde antes había una habitación con todo lo necesario para descansar
o.…lo que sea, ahora hay tres ordenadores, dos teléfonos IP y una impresora. Y
donde hay una televisión, ahora también, pero dando cifras de contagiados. Y
donde hay moqueta elegante y silenciosa ahora debe de haber sintasol para
limpiar, y limpiar, y limpiar. Y donde hay..., ya llegan los primeros enfermitos:
mira, eso es lo mismo, las mismas sonrisas y amabilidad de cualquier hotel de
cinco estrellas, porque ahí es donde salen la haches: hache de henfermería, hache de hadministrativos, hache de hacultativos, hache de hinformáticos, hache de himpieza, hache de hocineras , hache de hantenimiento,
hache de holicía nacional y holicía municipal, hache de heguridad,.......... <<
Bienvenidos a este hospital. A curarse se ha dicho>>
Tanta generosidad por parte de tanta gente solo se puede resumir en una palabra: "Hamor".
ResponderEliminarUn abrazo, Pedro
Gracias, profe. Un abrazo
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