Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


domingo, 12 de abril de 2020

Nanorrelato Nº 583. Coronavirus y el residente


Recuerdo que mi abuela sobrevivió a la epidemia. Estuvo muy malita, pero aguantó. Jamás contó a ninguno de sus hijos ni a sus numerosos nietos nada malo, nada negativo, de aquella experiencia del coronavirus. Cuando mi padre la trajo a casa, se sentó en su sillón de siempre, exigió que se pusiese en la televisión “Sálvame”, y colocándose las gafas se comportó como si no hubiese pasado nada de nada. Pasados algunos años y sorprendido con aquel silencio extendido, estando en mi segundo año de residencia en psiquiatría, pensé que sería bueno que “descargase” alguna emoción para adelgazar su mochila. Me miró fija a través de aquellos gruesos cristales y me dijo: claro que te cuento algo malo, muy malo. Cuando tenía cinco años se me cayó la muñeca de trapo al río…, y se la llevó la corriente. Se me han caído muchas más muñecas a otros ríos a lo largo de mi vida, pero esa fue la más importante. Mi abuela me hizo psiquiatra.

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