Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


domingo, 14 de junio de 2020

Nanorrelato Nº 605. Coronavirus y la genética


Las investigaciones se multiplicaron como setas dada la gravedad del asunto. Un sinfín de universidades, empresas y demás, se lanzaron con la máxima ansiedad científica a intentar diseñar el mejor test que diese una respuesta rápida y fiable ante el coronavirus y los que pudiesen venir en un futuro, que querían dejar bastante allanado el camino en este sentido. Tanto esfuerzo y dinero puesto en juego dio su fruto, y los genetistas avanzaron una barbaridad. Uno de los grupos de investigación, que he de añadir que siempre hay alguien genial que destaca entre los muy sabios, se dio cuenta de que entre los receptores celulares descubiertos había dos cuya existencia era excluyente, es decir, solo podía haber uno de ellos en cada español, bueno, en sus células, para ser más acertado. Uno de los receptores correspondía a personas de izquierdas y el otro de derechas. Por tanto, toda esa libertad de pensamiento de la que los países democráticos presumen hasta el infinito y más allá, como diría el juguete de aquella película, resultó ser completamente falsa: todo estaba dirigido y sentenciado por la genética. Los libros fueron modificados y donde se hacía referencia a esas “dos Españas” se cambió por “alelos de España”. Así que nada se podía cambiar… ¡Y Machado acertó esto mucho antes de que nadie supiera ni tan siquiera de la existencia de la doble hélice…, vaya genio que era don Antonio!

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