Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


jueves, 9 de julio de 2020

Nanorrelato Nº 613. Coronavirus y soledad


Hablamos del último, del último virus de la clase Covid-19. Sabía el mal que había hecho…, quizá la soledad le hizo reflexionar sobre sus acciones pasadas, como en general ocurre en los humanos, aunque él era un virus, pero eso sí: un virus humano. La última persona que atacó, y que sobrevivió, le dejó bastante perplejo; tanto que le cambió la vida. En sueños, cuando la fiebre del humano subía desesperadamente ante las oleadas de virus replicándose a todo trapo, le oyó susurrar en medio del delirio que sus dos victorias más difíciles de conseguir habían sido: dejar de fumar y ponerse ortodoncia a los 53 años. Le pareció absolutamente maravillosa esa reflexión de un ser a punto de morir, y por eso, como responsable del ataque, ordenó retirada por unas horas, con lo que ese tiempo fue oro para el sistema inmunológico del exfumador de dientes colocados, y eso acabó con todo su ejército, menos con él, que justo antes de tragárselo un fornido T-Killer, le reconoció y le dijo con voz de Terminator: lárgate, yo no mato seres buenos, va en contra de mi código genético. Ahora, nuestro protagonista, vive en el mecanismo de un aparato de aire acondicionado, muy tranquilo, intentando olvidar las cosas malas que hizo, como cualquiera que está solo.

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