Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


sábado, 1 de octubre de 2011

Nanorrelato nº 150. La lavadora

Una mañana, nada más levantarse, notó que algo raro le hacía compañía. Tardó unos segundos en descubrirlo pero consiguió llegar a la conclusión de que: le era imposible oírse. Todos los sonidos exteriores, el ruido del tráfico, la lavadora del vecino centrifugando obedientemente, el perro del mismo vecino intentando comunicarse con dicha lavadora, penetraban correctamente en su cabeza y a un volumen normal. Pero él no. Se había convertido en una especie de sordo interno con las consecuencias nefastas de dicha “enfermedad”, qué entre otras estaría la de no volver a decidir nada, ya que la comunicación entre él y él mismo estaba rota. Así que no le quedaba otra que esperar las órdenes del exterior. Fue de inmediato a hablar con la lavadora…, y el perro le mordió (claro, no se iba a colar tan descaradamente. El chucho estaba primero)

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