<<Me siento muy
solo>> le dijo Dios al terapeuta, arqueando éste la ceja izquierda debido
a la sorpresa producida por tratarse de quien venía semejante afirmación.
<<¿Solo? ¿Siendo… Dios? >>Ahora el
que arqueó su blanca ceja al oír la pregunta fue la Deidad.
<<¿Y eso que tiene que ver?
¿Cómo es posible que después de tantos años y de haberme adorado de tantas
formas no tengáis claro QUÉ es un Dios?>>
<<Yo sólo soy un psiquiatra
que… está empezando poco a poco, que intenta sacar su consulta adelante>>
<<¡Ya estamos hablando de
uno!>> le respondió Dios moviendo su mano circularmente.
<<Es que aquí, se viene a
hablar de uno. Recuerde señor que esto es una consulta>>
<<¡Todo el planeta es una
consulta, pues! Todo el mundo habla sólo de uno mismo>>
<<Con todos mis
respetos…también allá arriba se habla de uno mismo, por lo que oigo>>
Esta vez el terapeuta guiñó un ojo mientras apuntaba con su dedo índice al techo
de la consulta.
<<Cuando decía hace un
ratito que me sentía solo, me refería a vosotros. No estaba hablando de mí. Estaba
proyectándome sobre mi…creación. Sois vosotros los que os sentís solos. Bueno: me voy ya. Es la hora y no quiero robarle el tiempo al siguiente humano que con
toda seguridad viene a hablar de él, porque creerá que está solo>>
<<Hasta mañana pues, Demiurgo>>
(<<Que enfermo más
difícil…..>> susurró el psiquiatra)
(<<Tengo que variar la
estrategia de la terapia. No avanzo>> susurró dios)
Dedicado a Félix de Azúa por su magnífica novela “Génesis”
Cuanto más somos más solos nos sentimos, de esto no se salva (con perdón) ni Dios.
ResponderEliminarUn abrazo
Sin duda. Sabia reflexión amigo Ángel. Un abrazo
EliminarGracias, Julio David. El "dios" es bastante humano....Un abrazo y gracias de nuevo
ResponderEliminar