Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


jueves, 15 de octubre de 2015

Nanorrelato nº 418. El último paramecio

Érase una vez un paramecio que estaba solo. Vamos, se dio cuenta porque ya nadie rozaba sus cilios. Era la primera vez desde….muchos millones de años, que no tenía ningún contacto con otro ser, así que fue a buscar la respuesta. Chocó contra un mamífero, al cual reconoció perfectamente a pesar de su tremendo cambio evolutivo. Le preguntó que porqué le habían dejado solo, él y otros. Que qué pasaba, si estaban molestos por algo que había hecho y cosas así. Nuestro primate evolucionado a humano le respondió que tenía cosas más importantes que hacer que realizar anticuados intercambios osmóticos. Vamos, que ya no le interesaba. Que había sido muy majo pero que…adiós. Nuestro amigo unicelular se entristeció. Y nada más. Siguió solo. Un paramecio, sólo…y solo. Ah, se me olvidaba: Nunca más se dividió. No quería que sus “iguales”, resultantes de la bipartición, sufrieran de soledad. Era un paramecio muy responsable. El último paramecio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario