Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


viernes, 19 de octubre de 2018

Nanorrelato Nº 526. Historia Clínica Electrónica

Érase un médico, bueno en su profesión he de añadir, que encontró a su enemigo más poderoso. No, no era el cáncer, ni el dolor, ni la desesperación, ni el “qué tendrá este paciente”, ni el “se me muere”, por poner algunos ejemplos. No. Su máximo enemigo era: el ordenador. Obligado a detraer tiempo de “voy a volver a tocar esa tripa”, o de “voy a ver si me vuelve a contar eso mismo que no me ha gustado nada” o de “voy a mirar a los ojos a este señor que eso es lo que necesita”, cada día de trabajo era un suplicio, ya que siempre se quedaba muy inseguro con una sensación de que podría haber hecho algo más durante el tiempo que tardaba en “pegarse” con la máquina. Una vez, se puso tan nervioso que le recetó a una señora un clik cada ocho horas de amoxicilina. La señora volvió al rato preguntando por su extraño tratamiento, a lo que nuestro galeno le dijo que perdonara, que lo que había querido decir era una amoxicilina cada ocho clicks. La señora, muy educada e intentando ayudar a su médico que en ese momento estaba utilizando el fonendo como si fuese el ratón mientras llamaba a informática diciendo que no funcionaba nada, como era licenciada en matemáticas le preguntó que si la unidad click era equivalente a la unidad hora. Le dijo que sí, que sustituyese una por otra y ya está. Y dándole las gracias mientras se marchaba, gritó « ¡Que pase el siguiente CPU!»

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