Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


jueves, 29 de septiembre de 2016

Nanorrelato Nº437. Marido pesadilla

El oponente de la otra empresa la miraba fijamente mientras vomitaba frases intentando destruir sus argumentos con axiomas ideológicos totalmente falsos: lo que se escondía detrás de ese léxico fácil era dinero, mucho dinero. Muchísimo. Nada de ideología ni cosa que se le parezca. Ella lo sabía, llevaba mucho tiempo en estas lides y no se dejaba seducir por una “manzana”, por muy buen aspecto que tuviese…la serpiente. Sus compañeros de trabajo, sentados al lado, en la enorme mesa de reuniones cuyos brillos parecían ajenos a lo que allí se estaba diciendo, la apoyaban con frases de aplomo y movimientos de cabeza de asenso, que lo que decían realmente era: a ver si te estrellas y te cesan…lista. Ella también lo sabía, traducía magníficamente en varios idiomas, idiomas amigos y enemigos, lo que se llama bilingüe vamos. Y mientras aguantaba el embate de unos y los puñales de otros interpretando su papel como si estuviese estudiando al mismísimo Beltor Brecht, a punto de desplomarse sonó un wasab:
<<Ya no me quieres. Es evidente. Llevas tres horas sin decirme nada. Esto es el final>>
Después de sonreír casi imperceptiblemente, sacó fuerzas de donde no había e hizo una exposición que desconcertó a todos, a un lado y a otro; y ganó más tiempo, fundamental para prepararse la siguiente. Cuando salía de la sala dijo en bajito: gracias, marido pesadilla ¡Qué haría yo sin ti!

2 comentarios:

  1. Este mundo nuestro a veces parece un teatro de apariencias, bajo el que late un mundo despiadado.
    Un abrazo, Pedro

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    1. ...y sólo el mundo personal nos salva del desastre. Un abrazo, amigo

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