Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


jueves, 26 de noviembre de 2015

Nanorrelato nº 426. Roy

Roy Batty, el replicante de Blade Runner, no murió en el tejado bajo la lluvia. Falso. Sólo se le escapó la paloma, como todo el mundo ha visto. ¿Pero morir?, no. Voy a contaros lo que ocurrió de verdad: Una vez que Rick Deckard abandonó la azotea para irse con la otra replicante por motivos humanos más que evidentes, nuestro rubio amigo tuvo que tragarse su famoso alegato final, que como todos sabéis comienza con “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais…” y termina con “…es hora de morir”. Pues no, no murió, y como digo se tragó sus brillantes palabras y acabó en un trabajo de mierda que apenas le daba para pagarse el terapeuta. Allí, en la consulta, a pesar de los esfuerzos del profesional que tenía en frente, no consiguió superar la sensación de fracaso de haber visto rayos C centellear en la oscuridad y de haber estado muy cerca de la puerta de Tannhäuser, con aguantar ahora a un jefe mediocre e hijoputa durante doce horas por un miserable sueldo, además de que su amada compañera ya no estaba y la soledad del apartamento también influye. En resumen, lo que ocurrió al cabo de un tiempo, como sumatorio de su soledad y sensación de fracaso, es que reaprovechó su alegato anterior y lo redujo a “Es hora de morir…en vida”, y agarró una depresión enorme que le llevó a acabar sus días sentado en un sillón sin moverse prácticamente con la baba colgando. En el último instante, antes de apagarse definitivamente su cuasiperfecto material genético, se dio cuenta de que era más humano de lo que pensaba, y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios…de replicante. Este último pensamiento hizo que muriese tranquilo, eso sí. ¡No todo va a ser negativo! FIN. 

4 comentarios:

  1. Una historia bien contada y con visos de similitud, además de la enseñanza que conlleva. Mejor retirarse a tiempo, de forma digna, que esperar a que la degradación nos fulmine.
    Otro de tus excelentes relatos y una buena reflexión, Pedro.
    Un abrazo

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  2. Estimado Pedro: pelicula que visto varias veces y le di por muerto y me haces ver que no se ve que muera, siempre he presupuesto yo y mucho más apetecible tu final tan realista y genuino.
    Mi sincera felicitación por la crueldad que muestras de la vida con este personaje , mueves mi mente a avanzar y me gusta mucho tu final cuasi perfecto.
    Un honor conocerte

    Besos muchos,

    tRamos

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    1. Muchísimas gracias por tus amables palabras. Un final difícil para una búsqueda difícil.

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