tag:blogger.com,1999:blog-8344556332899611732024-03-16T06:53:04.997+01:00Al despertar de un sueño intranquiloEl blog de Pedro Carrasco GarijoPedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.comBlogger589125tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-16287794770373391762023-01-31T08:41:00.000+01:002023-01-31T08:41:00.185+01:00Nanorrelato Nº 675. Lo siento<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: 39251;">Esta
mañana heladora una chica me ha pedido, con la introducción de |«estoy en la
calle», una moneda. La he contestado en automático «No tengo nada, lo siento»,
a lo que ella me ha devuelto un «No digas <i>lo
siento</i>, que es como un escupitajo en la cara». La palabra escupitajo me
atravesado de lado a lado, y me he vuelto para darle una moneda y repetir <i>lo siento</i>. Ella ha hecho lo mismo. Las
lecciones de verdad siempre se dan muy temprano. Gracias, chica. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: 39251;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-10070301961121703472022-11-24T18:02:00.007+01:002022-11-26T13:01:21.648+01:00Nanorrelato Nº 674. Solo sí es sí<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Mientras escurría la fregona, mientras el agua negra se iba
blanqueando, la frase “solo sí es sí”, que oía en el pequeño transistor que le hacía
compañía, penetraba en su cabeza con la misma decisión y facilidad que la leche
caliente entra al mojar un bizcochón. Pensaba en su </span><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 18.6667px;">sirvienta </span><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 14pt;">madre , y cuanta
falta le habría hecho ese “solo sí es sí” …en su día. Pero de la misma forma que ya
no se fregaba de rodillas, volvió a escurrir su fregona, que dinerito le daba
para que su hija terminara medicina, y se atusó con mucho orgullo la bata azul
y pensó lo bien que le quedaría esa frase cogida con un imperdible en el pecho.
«¡Mañana, sin falta!»</span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-68482024411998280372022-10-31T08:38:00.000+01:002022-10-31T08:38:14.812+01:00Nanorrelato Nº 673. Pensiones<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">La sala de conferencias estaba abarrotada. Era lógico: el mayor
experto economista liberal, director de ese instituto tan prestigioso, también
liberal, estaba dando una charla magistral sobre la lacra de las “pensiones”.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">«…y,
queridos amigos, puedo afirmar que la verdadera y única solución al colapso de
la pensiones en nuestra nación, pasa por retrasar la edad de jubilación y hacer
coincidir dicha edad con el fallecimiento del trabajador»</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Los aplausos fueron
atronadores…incluso alguien afirmó ver que varios jets privados hacían piruetas
en el aire celebrando la inteligente conclusión.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-8129450662427319572022-10-05T09:17:00.001+02:002022-10-05T09:17:04.856+02:00Nanorrelato Nº 672. Inmigrante<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Su bisabuelo lloró solito en la isla de Ellis, ya que fue el
único que llegó con vida de toda la familia. Su abuela, con su madre a cuestas,
cruzó desesperada el paso de <i>Le Perthus</i> huyendo del hedor a muerto. Ahora
él, sentado en un sillón Camel, aprovechaba las imágenes de un telediario para
explicar a su hijo el peligro de la inmigración. De fondo, en la radio de la
criada, sonaba el corrido mexicano que reza: <o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Mi padre fue peón de hacienda<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Y yo revolucionario<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Mis hijos pusieron tienda<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Y mi nieto es funcionario<o:p></o:p></span></i></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-56328968463786297552022-09-25T10:51:00.003+02:002022-09-25T10:51:51.608+02:00Nanorrelato Nº 671. Unión ciencias y letras<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Cuando se presentó ante el juez, que le miraba por encima de sus
gafitas comiéndose un yogurt,</span><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"> </span><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">después de decenas de cartas en papel
reciclado citándole una y otra vez, obviándolas todas por las excusas más
peregrinas que a una persona desesperada se le pueden ocurrir siempre teniendo
como imagen a su progenie debajo de un puente, un “hasta aquí he llegado” se le
deslizó en forma de goterón de sudor por la columna vertebral.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">«Y dice usted que pidió este dinero para pagar los intereses exorbitados
que su banco le aplicó injustamente.»<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">«Sí…sí señor»<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">«Y cuando lo hizo, ¿tomaba usted probióticos?»<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">«Eh…no sé ni lo que es eso, así que supongo que conscientemente no»<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">«No se puede tomar una decisión así con un desequilibrio
intestinal que nos nuble la razón, dada la importancia que tienen los miles de
millones de bacterias que pueblan nuestro intestino y que tanto dirigen
nuestras acciones cerebrales. ¡Queda exonerado! No estaba usted en sus cabales»<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-37648435171037823902022-08-25T11:35:00.005+02:002022-08-25T11:35:49.367+02:00Nanorrelato Nº670. Sin olfato<p class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;"><span style="color: #0f1419; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Hoy vamos a estudiar la última
teoría publicada en esta parte del universo cóncavo sobre la desaparición de esa
especie de aquel planeta de tono azulado. Se denomina, la teoría de los “ciervos
sin olfato”. Aquellos seres, denominados humanos, acabaron comportándose como
reza el nombre, es decir, un ciervo que no tiene más remedio que hacer lo que
haga la manada ya que ha perdido su principal sentido de detección del peligro.
Es decir: si la manada corre, él corre. Y si la manada se lanza por un
precipicio, su destino está escrito. Y por los resultados… “todos” saltaron
hacia el abismo, ya que ninguno tenía olfato</span></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-78783042978414341152022-08-21T18:59:00.001+02:002022-08-21T18:59:04.025+02:00Nanorrelato Nº669. La hormiga<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #0f1419; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Muchas veces le miraban. A él le daba igual. Lo importante era su
objetivo. Desde hacía algún tiempo su comportamiento parecía extraído del
cuento de la cigarra y la hormiga, siendo la hormiga, más o menos. Se preparaba
constantemente para los acontecimientos terribles que le podía enviar la vida. Así
que cuando daba un paseo por el jardín tardaba horas en terminarlo, ya que, por
ejemplo, si una flor le llamaba poderosamente la atención, se quedaba horas parado
en ese instante hasta que lo memorizaba para siempre, es decir, para tenerlo
disponible cuando la vida le enviase algo malo. Tenía muchos recuerdos buenos
bien memorizados durante muchas primaveras «¡Que venga, que venga el invierno
si quiere!» Por eso las personas se le quedaban mirando, y hasta hacían gestos circulares
con el dedo índice. Así que los celadores del psiquiátrico eran compasivos con
él y le dejaban más tiempo que a nadie en el jardín, mientras llamaban la
atención a aquellos de los dedos circulares.</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif;"><o:p></o:p></span></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-62848678645868733122022-08-18T12:47:00.003+02:002022-08-18T12:47:34.899+02:00Nanorrelato Nº668. La última hectárea<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #0f1419; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Érase la última hectárea de monte sin quemar. El año lo pasó
regulín ya que no tenía, desde que las otras hectáreas adyacentes se
achicharraron, alguien con quién charlar y, si se diese el caso, pues intimar ¡Por
qué no! Al llegar el verano alguien la pegó fuego, sin motivo o sí…, quizá porque
era la última, y lo raro ya sabemos que “tira para atrás”. Cuando estaba agonizando
vio entre la humareda grandes excavadoras y carteles de una promoción de pisos
maravillosa, que prometía vistas a un paraje incomparable junto a una vida muy
feliz. «¡Cómo iba yo a competir frente a un cartel!»</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-7455225040156799272022-08-17T17:56:00.002+02:002024-03-12T11:01:04.051+01:00Nanorrelato Nº667. Cubo va, cubo viene<p class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;"><span style="color: #0f1419; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Esta es la historia de una persona que
combatía la inmoralidad, que no es pelear contra el mal, no: es ir más allá. Cada
vez el purulento estado ocupaba más espacio, ya que había muchas personas que
estaban en contra del mal…, pero en silencio, que es lo mismo que estar a
favor; mejor, diría yo. Pero ella no se daba por vencida, porque ese es el estado
preferido del mal: la rendición. Y ahí la tenemos, en el reducido volumen que
podía defender, como sacando cubos de agua de una pequeña barquita superada por
el oleaje, sin perder “la postura”, con la barbilla alta y desafiante. Claro…,aunque
pequeño espacio, mayor deseo del mal. Pero no. Hace poco he pasado por allí y
ahí seguía, cabeza alta y: cubo va, cubo viene. <o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-88168653717826255672022-07-14T11:38:00.001+02:002022-07-14T11:48:52.660+02:00Nanorrelato Nº 665. Yo, Roy Batty.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Yo, Roy Batty, replicante Nexus-6
perseguido por los <i>Blade Runner</i>, he estado en urgencias de un gran hospital y
he visto cosas que los replicantes no creerían: he visto salas con diez veces
su capacidad superada; he visto a enfermeros ponerse de rodillas, entre dos sillones, para poder extraer sangre que analizar; he estado sentado al lado de un pobre humano que no hacía
mas que escupir en una batea porque padecía un cáncer; he oído una especie de
sinfonía generada con el dolor de tantos enfermos en un mismo espacio que te helaba
la sangre, incluso la mía que es sintética; he interactuado con médicos que te
hablaban bien, educadamente y generando tranquilidad en medio de ese infierno
de rayos C centelleantes. Todos estos recuerdos NO se perderán en el tiempo,
como lágrimas en la lluvia…<o:p></o:p></p><br /><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibgH0w8pxdfkkGo-teFYcKLFFk0GHjFM1yKl5vzY-2eWKQEBVOSlGCP4EQE7M9nTt-ng-XY3to21j8YZylmh6QUdrSTDWfFx4Mis144gDCbUkPGHVBMJlfN_SXCDegku_XzZGDzojNK27d8tOoE8Eqo-G-2DKadryxCq5bHo9Ji1BwW43lNDP4PbfnCA/s280/Roybatty2.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="180" data-original-width="280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibgH0w8pxdfkkGo-teFYcKLFFk0GHjFM1yKl5vzY-2eWKQEBVOSlGCP4EQE7M9nTt-ng-XY3to21j8YZylmh6QUdrSTDWfFx4Mis144gDCbUkPGHVBMJlfN_SXCDegku_XzZGDzojNK27d8tOoE8Eqo-G-2DKadryxCq5bHo9Ji1BwW43lNDP4PbfnCA/s1600/Roybatty2.jpeg" width="280" /></a></div><br />Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-29366693338039852262022-07-06T11:14:00.000+02:002022-07-06T11:14:54.423+02:00Nanorrelato Nº 664. El Medioevo digital<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;">«¡Pero… es que lo están haciendo todo mal!</span><span style="color: black; font-size: 14.0pt;">», le dijo una enfermedad a otra.</span><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;"> «Calla; como dijo aquel humano tan
listo, Napoleón: <i>cuando el enemigo se equivoca no hay que interrumpirle</i>;
que por cierto se lo cargó nuestro colega el cáncer de estómago. Disfruta el
momento y vete a brotar a aquel pobrecillo esquizofrénico que no tiene
medicación; que como sigan así, vamos a vivir tiempos maravillosos como en la Edad
Media. De hecho, la peste bubónica se acaba de hacer un perfil en Facebook, no
te digo más.</span><span style="color: black; font-size: 14.0pt;">»<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-81644603681517310542022-07-01T17:32:00.001+02:002022-07-02T19:09:20.134+02:00Nanorrelato Nº 663. Todo es mentira...<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Todos
los <i>excel</i> son mentira,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Y los <i>sms</i>,
y los<i> reels</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Y las
banderas que nunca se ajan<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Y las
comidas que no queman ni huelen<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Y el
sexo de dos dimensiones<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Y los perfiles
laborales, que nada dicen de la persona.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">El
ruido del mar es verdad,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">pero no
quieren que lo oigas, quieren que lo grabes <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">porque si
uno lo escucha, podría convertirse en un soldado<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">por la
libertad<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">y eso no
debe de darse nunca. No. <o:p></o:p></span></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-40090090948393063672022-06-26T10:25:00.007+02:002022-06-26T10:25:53.100+02:00Nanorrelato Nº662. Todo atado y bien atado.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14.0pt;">¡Pump!, sonó el tapón de la botella de <i>Moët & Chandon</i> iniciando
un despegue digno del Apolo XI cuando los resultados de las elecciones se
mostraron definitivos. Abrazos y más abrazos entre el grupo que tan duro había trabajado
llenando de mierda las redes sociales, engordando de forma mórbida esa capa
imposible de traspasar para llegar a la verdad. El más felicitado de todos fue
el que diseñó el algoritmo por si a alguien se le ocurría llegar hasta el
Quijote y leía las enormes críticas de don Miguel a los poderes establecidos,
acto nefasto, huelga explicar, para el resultado de las elecciones, donde al
poner “El Quijote” les redireccionaba hacia páginas donde estuviese la palabra
cipote, y ya se sabe que con las páginas porno es complicado competir, y si insistía
el resiliente ciudadano en conseguir la información y escribía “La Mancha” le
llevaba a imágenes de lesiones dermatológicas terribles que le hacían volver a
las páginas porno anteriores, para quitarse el mal sabor de boca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;">«</span><span style="color: black; font-size: 14.0pt;">Todo atado y
bien atado» gritó el responsable político del partido ganador a través de su
conexión por<i> Zoom, </i>mientras a todos les sonaba el móvil como punto final
de que la transferencia acababa de llegar a cada una de sus cuentas.<o:p></o:p></span></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-68322953832267636982022-06-23T18:34:00.001+02:002022-06-23T18:35:27.096+02:00Nanorrelato Nº 661. ¿La Gioconda?<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Llevan yo que sé las décadas, que digo décadas, siglos, sin ponerse de acuerdo en
quién es realmente la Monna Lisa. Que si la esposa de Francesco del Giocondo,
que si una mujer de la familia Sforza, que si una cortesana de la época muy
apreciada. Pero un día un becario de la noble profesión de restaurador, un
chico muy listo, ante un ataque con tarta que recibió el famoso cuadro, se
quedó hasta tarde estudiando cómo abordar el pequeño destrozo azucarado. Se dio
cuenta de que había una carga de barniz muy oscuro y, como becario valiente y
sin miedo, procedió a quitar. Y, ¡Zas!, debajo del barniz de quinientos años de
edad, apareció un troncho digno del mejor relato de Bukowski. Viendo la que le
podía caer encima, volvió cuidadosamente a embadurnar de negruzco barniz el enorme rabo escondido
durante cinco siglos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">―¿Y tú
por qué llevas la cara de Leonardo da Vinci en la bandera LGTBI.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">―No me
creerías…seguro.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9R4Ju7XMn_LhITAc7V7jp_T2JSQTu29TlVwF33ary0CqqEi9hqukMCRVidvpAPweiQSM7AZA8tdSDFwOkqWcs8XevIuTCqvVSnpaLAUKW1q1k2yFtfnMUVCHb-gjYGVEZRnUFIhgWYt2RQO5nchou0w7RkuO11anTp5thRJDnCki9pRsu4YhcMqyh3A/s596/la%20gioconda.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="596" data-original-width="397" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9R4Ju7XMn_LhITAc7V7jp_T2JSQTu29TlVwF33ary0CqqEi9hqukMCRVidvpAPweiQSM7AZA8tdSDFwOkqWcs8XevIuTCqvVSnpaLAUKW1q1k2yFtfnMUVCHb-gjYGVEZRnUFIhgWYt2RQO5nchou0w7RkuO11anTp5thRJDnCki9pRsu4YhcMqyh3A/s320/la%20gioconda.jpg" width="213" /></a></div><br /><span style="color: black;"><br /></span><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-55822664184778630172022-06-23T11:43:00.004+02:002022-06-23T11:43:22.003+02:00Nanorrelato Nº 660. Cuando...<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 14pt;">Cuando
el dolor era insoportable en aquella camilla sin que viniese nadie a atenderle;
cuando la vergüenza subía lentamente por la espina dorsal en la fila del
comedor social; cuando se fue a la calle después de tantos años dedicados a esa
empresa porque él, un punto en una gráfica, estaba en el cuadrante negativo;
cuando tenía que malvivir en un piso compartido porque o decidía piso o decidía
comer; cuando un enchufado le quitó el puesto para el que se había preparado y
con una palmadita su jefe le justificó “la política, amigo”; cuando su padre se
murió solo, gritando entre sus propias heces, en aquella residencia tan buena…entonces
recordó aquella frase demoledora que había alquilado una circunvolución en su
cerebro «Que cada uno solucione su vida»</span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-55812506714223314172022-06-17T08:36:00.001+02:002022-06-17T08:36:33.732+02:00Nanorrelato Nº659. El final vendrá por....<p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;">«¡El final de la humanidad está cerca!»,
gritó un individuo en medio de una glorieta con la consiguiente soledad que
provoca que todo el mundo te ignore. «En el mundo ya no caben más charlatanes.
Los bomberos dejarán de apagar fuegos porque todos se dedicarán a enseñar cómo
se hace en un PowerPoint. Los médicos harán lo mismo: ya nadie tocará la tripa
de un paciente sino que enseñarán fotos de tripas en su correspondiente
presentación. Policías, cocineros, carpinteros…hasta los pilotos dejarán de
pilotar aviones para enseñarnos cómo se hace en sus charlas. Todo el mundo será
gestor o farsante, o las dos cosas, pero nadie trabajará. El final de la
humanidad lo traerá el PowerPoint»</span><span style="color: #222222; font-family: "Calibri Light",sans-serif;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background: white; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"><span style="color: #222222; font-size: 14.0pt;">̶̶ ¿Habéis
entendido la esencia de esta grabación hecha por uno de nuestros platillos en
misión de reconocimiento del tercer planeta de ese sistema? Que se os grabe en
ambos cerebros que el final de cualquier civilización tiene siempre la misma
CAUSA: dejar de trabajar. Es decir, faltarse el respeto a uno y a sus
semejantes. </span><span style="color: #222222; font-family: "Calibri Light",sans-serif;"><o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-53318021095406722852022-06-10T10:54:00.004+02:002022-06-10T10:55:32.570+02:00Nanorrelato Nº 658. El hombre moderno<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Lo primero fue poner en marcha la
alarma de la casa mientras estaba ocupado en una de las estancias, que ya se
sabe que los ladrones están al acecho de cualquier descuido para entrar en tu
intimidad. Después activó el antivirus nada más encender el PC. Lo ejecutó
varias veces asegurándose de que no tenía ningún virus espía escondido
en alguna circunvolución del procesador. Repasó el firewall, que estuviese bien
configurado para estar tranquilo que nadie entraba en su intimidad. Aunque la
habitación estaba insonorizada, puso una almohadilla sobre el teclado para que
las pulsaciones fuesen lo más silenciosas posibles, libres de cualquier
grabación y posterior repetición. Encima de la minúscula cámara echó un pegote de
crema dentífrica sobre el esparadrapo que ya la tapaba, por si quedaba algún
poro por el que se colase algún fotón indiscreto. Ventana y persiana, cerrada y
bajada, respectivamente, y luz roja de baja intensidad en el habitáculo <span style="color: black;">«Ahora sí, ahora sí que puedo hacer la compra con absoluta
seguridad e intimidad, que la gente no es consciente de lo peligroso que es
esto.» <o:p></o:p></span></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-40305437666355426272022-06-06T11:35:00.002+02:002022-06-06T11:35:16.500+02:00Nanorrelato Nº 657.Fumando espero.<p></p><p class="MsoNormal" style="tab-stops: 72.6pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11.0pt;">Consigo llegar al sillón con el mismo esfuerzo que
seguramente realizaría un alpinista en coronar el K-2, aunque esto último como
jamás he subido a esa montaña, me lo imagino. Nada más sentarme me coloco las
gafas nasales correctamente, ya que durante la travesía hasta mi raído destino
se habían descentrado y la falta de oxígeno llamaba poderosamente en mi picudo
pecho. Una vez acomodado y restablecido el resuello, me vuelvo a acordar de
todos los cigarrillos que fumé buscando la paz de su efecto…, y me culpo. Me
culpo yo, y además en el informe del médico también me culpa él, sin quererlo
¡claro! que el lenguaje a veces es muy traicionero: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fumador de 40 cigarrillos diarios desde la juventud</i>…” Escribe <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fumador</i> pero lo que yo leo es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">responsable.</i> Sí: me culpo por haber
fumado, y también por haber trabajado en aquella insalubre fundición de plomo
desde los catorce años. Me culpo de no haber salido de allí, de aquel lugar deleznable;
también me culpo de no haber maldecido la cajetilla que siempre me acompañó, de
no haberla pisado con todas mis fuerzas, de no haber sido valiente. Pero cuando
el oxígeno penetra en mis pobres pulmones y me trae un momento de tranquilidad,
perdono mi despiste laboral y al lenguaje del médico también. De lo que no
consigo indultarme es de no haberla olvidado nunca, ni un solo segundo de mi
vida y de fumar…, esperando, como dice la canción. De eso no. Así que con la
tozudez que aporta la cobardía, en cuanto se vaya mi hija, volveré a encender
uno que tengo escondido dentro de una caja de medicación: para esperarla, fumando,
hoy. Eso sí, ella no fuma. Esa es mi victoria y mi tranquilidad.</span></p><p class="MsoNormal" style="tab-stops: 72.6pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11.0pt;">2º puesto Concurso de Relatos Comisión Antitabaco Hospital La Paz (2019)</span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-40249645429288308542022-06-05T17:49:00.006+02:002022-06-05T17:58:03.771+02:00Nanorrelato Nº656. Mañana y tarde<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Primero
fue la vergüenza. Después, el compromiso. Seguidamente, la seriedad. Ética,
palabra, verdad, responsabilidad, promesa y juramento carecieron de sentido y
como que “no pegaban” en ninguna conversación, y poco a poco desaparecieron
como si fuesen descriptivas de antiguos oficios ya inexistentes. Y apareció el
doble humano, una cosa y la contraria, por la mañana de ideas democráticas
inamovibles y por la tarde del Ku Klux Klan, por ejemplo. Y, como era lo
normal, pues todo el mundo se desdobló en lo que pudo. Unos por la mañana eran
maridos ejemplares y por la tarde puteros indomables. Otros, obreros
convencidos de su clase para después desear tener cien apellidos nobles.
Gobernantes que se les ponían los ojos vidriosos por la mañana hablando de la
paz entre naciones, para por la tarde tirar toneladas de Napalm sobre población
civil…« ¡Pero si siempre ha sido así, todo ello es inherente a la raza
humana y por ende a su condición » (Acabo de pasar de humano idealista a realista,
que ya es por la tarde)<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-87926310842768183222022-05-23T10:54:00.001+02:002022-05-23T10:56:14.777+02:00Nanorrelato Nº 655. ¡Qué cosas tienes!<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: 39251;">«Tenga
cuidado: consumir demasiada carne procesada puede ser perjudicial», le dijo desde
su coche al conductor del autobús que llevaba un enorme cartel publicitario
sobre fiambre. « Oiga, creo que ya está todo dicho sobre el alcohol», le espetó
a un peatón que cruzaba por un paso de cebra con una bolsa que llevaba impresa
una conocida marca de ron. « Cuidado con los esfuerzos. Siempre es bueno
hacerse un pequeño chequeo» le gritó a una chica que llevaba en su camiseta
publicidad de una conocida marca de zapatillas deportiva.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: 39251;">Una
cosa, le dijo su mujer desde el asiento de al lado, ¿se puede saber por qué le
dices eso a la gente? Si no les importa…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: 39251;">¡Cómo
no les va a importar! Mujer, qué cosas
tienes. ¿Cómo alguien va a hacer publicidad, va a favorecer, va a mostrar algo
en lo que no cree? Eso sería inmoral, de una irresponsabilidad social sin
precedentes, como votar a un corrupto de forma automática, sin pensar, vamos ¡Esas
cosas no ocurren!<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-6972616704954148072022-05-13T08:40:00.003+02:002022-05-13T08:40:40.432+02:00Nanorrelato Nº 654. Hacia delante.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14.0pt;">El tema de hoy, queridos alumnos, es de especial relevancia, por
eso se estudia aparte en un seminario exclusivo dada la importancia que implicó
en su día, y como futuros abogados os será muy útil, ya que con esta
excepcionalidad lo recordaréis siempre. Hoy vamos a estudiar el salto enorme en
derechos que se produjo en los años 20 del siglo pasado en nuestro país, en
concreto en el año 2022, cuando se equiparó, a todos los efectos, la
dismenorrea en las mujeres con el 37.3 ºC de fiebre en los hombres. <o:p></o:p></span></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-16683822438437698822022-05-08T09:27:00.001+02:002022-05-08T09:27:02.797+02:00Nanorrelato Nº 653. Ese color verde..<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14.0pt;">Era muy jodido ser juez; serlo en todas las caras del poliedro que
implica su profesión. Las amenazas eran muy grandes, aunque realmente no eran amenazas,
sino datos reales de que si iba ‘por ahí’ ese puesto que con el que había
soñado se disolvería como un azucarillo. Él era humano, con todo lo que eso
conlleva, como por ejemplo pensar de pronto «¡A la mierda, si nadie me lo va a agradecer!»
Pero en seguida le venía a su estudiada cabeza el color verde que le recordaba cuando
estudiaba al calor de un infiernillo, ese color verde del estropajo ajado de su
madre con el que nunca flaqueó y tenía todo como los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">chorros del oro</i>. Y con ese recuerdo firmó lo que sentenció a la par
que el azucarillo desaparecía en una de sus cultivadas, y llenas de leyes, circunvoluciones.
<o:p></o:p></span></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-84480723179542126392022-04-26T10:52:00.005+02:002022-04-26T10:53:32.896+02:00Nanorrelato Nº652. La postura.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: 39251;">«
¡Eso es: tres millones de mascarillas para el lunes! » Fue lo último que dijo,
tajante, con voz segura, educada, de esa que ha ido moldeándose de generación
en generación a galope de caballo rampante sin salirse ni una sola vez de las
dos rayas que te ofrece la cartilla ‘<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rubio’</i>
de la vida, de esa vida. Después vendría la comisión, a cien mil euros cada
segundo de conversación, más o menos, que no iba a regatear…para que no
pareciese importante, para que no pareciese ‘trabajo’ ¡faltaría más!;siempre
fiel al espíritu de aquella historia contada al calor de una chimenea y con la
seriedad del eco de la piedra: aquel noble que pidió la cena y, al decirle el
criado que ya no había nada en la despensa, que estaban arruinados, en su lugar
pidió la pistola de chispa. La postura, eso es lo importante. La postura.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-27547543742849219852022-04-09T11:18:00.003+02:002022-04-09T11:19:38.982+02:00Nanorrelato Nº 651. Lenguaje inclusivo judicial <p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">La
expectación en la sala era enorme ya que se iba a juzgar a los responsables de
los campos de exterminio. El mundo, y sobre todo el país de donde eran dichos individuos estaban pendientes de dicho acontecimiento. En unos minutos apareció el
juez en la sala, y con voz grave acorde al acontecimiento que allí se iba a
desarrollar, dijo: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">«Pónganse en pie los pillos<span style="font-size: 16pt;">»</span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-834455633289961173.post-34885383994942237422022-04-04T09:20:00.001+02:002022-04-04T09:20:42.734+02:00Nanorrelato Nº 650. Mi premio<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Viéndola
recoger y disfrutar del premio, en un despiste de esos que se producen terapéuticamente
en la vejez a modo de poyete de descanso para la cabeza, recordó lo chiquitita
que era cuando le dijo </span>«Mamá: yo soy una niña<span style="color: black;">»
Todavía sentía el estruendo en su cabeza al oír esto, no porque le pareciese
mal, sino por el sufrimiento que estaba por llegar dada la crueldad innata de
la especie a la que pertenecían. Pero también algunos miembros de esa especie, poseen
tanta cantidad de valor como otros de crueldad, así que era cuestión de tiempo
y tesón, y de lucha por lo más maravilloso que se puede pelear que es por la
justicia, principal objetivo de los malos, que…allí estaba ella. Ya no era
niño, ni niña. Era una mujer hecha y derecha, recogiendo al vuelo del columpio
su premio y disfrutando de su risa. Mi nieta.<o:p></o:p></span></p>Pedro Carrascohttp://www.blogger.com/profile/09047538898638907260noreply@blogger.com0