Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


sábado, 15 de enero de 2011

Nanorrelato nº 14. Vientos de sintasol

    ¿Te has enterado?
    ¿De qué?
    ¡Hija es que estás más despistada! Pero si no se habla de otra cosa.
    Ya, es que llevo una actividad frenética. Dime
    Pues eso, que parece ser que nos van a sustituir.
    ¿A nosotras? ¿Por?
    Por qué, no lo sé realmente. Pero sí por quien: por un sintasol.
    ¿Sintasol? Pero…eso no puede ser. Si el sintasol es una imitación barata de baldosa. Anda, anda, que vaya tonterías se comentan.
    Te lo juro. Es totalmente cierto.
    Pero… ¡si nosotras hemos cumplido siempre con primor nuestras obligaciones!
    Eso no tiene nada que ver, por lo visto. Vamos, es lo que dice la que está más cerca del escritorio del jefe que oye todo a la perfección. Creo que lo que más preocupa ahora es la posibilidad de cambiar más fácilmente.
    ¿De cambiar? ¿Por un sintasol?
    Claro, nosotras somos fijas. Para quitarnos tienen que hacer mucha obra, contratar a mucha gente, pedir licencias costosas y cosas así. En cambio con el sintasol  el compromiso es menor. Lo quitan y lo ponen cuando quieren.
    Pero, no entiendo nada ¿Y todo este tiempo cumpliendo con nuestra obligación? ¿Te acuerdas de aquel año del problemón, de todos esos cigarrillos apagados con el pie y nosotras sin rechistar, brillando a pesar de la adversidad? ¿Te acuerdas de los saltos tan tremendos en aquella fiesta y nosotras tan resistentes? Ah ¿y recuerdas aquella vez que aquel jefazo se tumbó con su amante…y nunca dijimos nada de nada? Fuimos discretas para evitar cualquier problema a la empresa. ¿Y todo eso? ¿Ya  no les importa?
    Pues por lo visto no. Creo que lo más relevante es “disminuir el compromiso”
    Estoy perdida. Vamos a ver: ¿van a hacer una obra costosísima para sustituirnos por un plástico?
    No, no has entendido nada. No nos van a quitar. Nos lo van a pegar encima. Así, de esa forma, se ahorran todo lo demás. En teoría, legalmente hablando, no nos quitan y por tanto…bueno no sé exactamente lo que quieren decir, pero es algo así como un vacío legal.
    Pero si nos ponen encima un plástico nosotras ya no existimos. Ahora lo entiendo menos.
    Yo tampoco comprendo nada amiga mía.
    Dios mío ¿qué es ese olor tan horroroso?
    El pegamento. Y luego vendrá la oscuridad.

1 comentario:

  1. La tarima flotante también se echa encima de los viejos y nobles suelo de madera; en el fondo es una buena metáfora de cómo se cubre lo esencial por cosas agradables a la vista pero de escasa calidad

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