— ¿Alguna vez te has fijado en mis pies?
— ¿Cómo? No te entiendo.
— Sí, que si te has parado a observar mis pies. Si te has interesado por ellos, pregunto.
— Pues…no sé.
— O sea ¿que no?
— Ni sí ni no. No me acuerdo.
— ¿Alguna vez te has fijado en mis manos?
— Sí, claro.
— ¿Y en mis ojos?
— También.
— ¿Y en mis pies, no?
— No sé donde quieres llegar, cielo.
— A que me dijeses que me quieres, de otra forma.
jo, qué bonito Pedrito... hay que ver lo que nos gusta que nos digan lo que nos quieren..... te has hecho un romanticón sentimental......
ResponderEliminarDe aquí al estrellato
Si es que no te fijas, deja de pensar
ResponderEliminar