Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


martes, 4 de septiembre de 2018

Nanorrelato Nº 521. La gelatina temblorosa

Escuchó en la radio una canción que decía algo así como que las palabras fueron avispas, y sus catorce primaveras se estremecieron como una gelatina de frambuesa. Era la primera vez que sentía la separación de ese amor, que había oído clasificar despectivamente como “de verano”, pero ella no podía dejar de temblar. No tenía ninguna gana de comer, ver la televisión y lo peor de todo: de hacer ganchillo. Aquello era el fin. Pero al cabo de unas horas la realidad se le echó encima como la mañanita que se ponía nada más levantarse y volvieron de golpe los ochenta y cinco inviernos, y rezó a su estampita del alma estar viva para el siguiente verano y que su hijo la volviese a llevar a la playa para resucitar trémula al sentir la mano de…, ese amor de verano.

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