Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


martes, 17 de mayo de 2011

Nanorrelato nº 89. El albañil

Y, al principio, para no darse a conocer en tiempo temprano donde en un momento de lucidez se le pudiese descubrir antes de haber cumplido con su objetivo, le fue pasando los ladrillos de mes en mes. Más adelante, cuando la confianza se iba espesando, los adoquines eran entregados de semana en semana, para, una vez sólida, dárselos diariamente. Así, sin darse cuenta, el miedo fue construyendo (se) una mastaba, mientras su albañil era incapaz de percatarse de la abominable obra. Cuando sólo quedaba un hueco por cubrir y justo al poner la piedra, en el último movimiento constructor, le fue revelado el verdadero objetivo, bueno…perdón: el resultado. Gritó, pero nadie de fuera le oyó. El aire fresco se consumió. En muy poco tiempo encontró otro operario. Era una época donde el trabajo escaseaba.
Dibujo realizado por el pintor Jesús Oliván

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