Cuando llegó, tardísimo, al embarcadero, la barca ya había partido. Pensaba (ilusamente) que todavía podría estar allí. No podía demorarlo más y, por tanto, no tenía más remedio que cruzar ‘YA’ la lengua de mar. Así que se lanzó a nadar. ¿Qué creen ustedes que le ocurrió? (pista: no sabía nadar)
Dibujo realizado por el pintor Jesús Oliván
Dibujo realizado por el pintor Jesús Oliván
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