Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


domingo, 5 de diciembre de 2021

Nanorrelato Nº 645. ¡Aúpa, Almudena!

¡Venga Benito, deja ese episodio nacional para luego, como yo he hecho con la nueva versión de “Las nanas de la cebolla”! ¡Vamos Fernando, ya terminarás la segunda parte de “Las bicicletas son para el verano”! ¡Ramón, a animar con todas tus fuerzas, aunque sólo tengas un brazo! Todos al salón que va a empezar el partido, que ya está Almudena sentada y además ha traído barquillos y vermut, que más madrileña no se puede ser, … ¡Todos a animar al Atlético de aviación!

A Almudena Grandes, con la mayor de mis admiraciones. Gracias

domingo, 21 de noviembre de 2021

Nanorrelato Nº 644. Homo mierdus

En su congreso mundial, los antropólogos no se ponían de acuerdo en el nombre de la nueva especie. Con las otras fue relativamente fácil: si hacían instrumentos pues “habilis”, por lo hábiles; si iban erguidos, “erectus” …y así. Pero las características de esta nueva especie, que eran: salvar bancos, darles igual los desahucios, importarles una mierda la gente que huye de las guerras, creer mentiras a pies juntillas, decir que las vacunas matan, ignorar el cambio climático, poner en el poder a políticos corruptos…entre otras, no hacían fácil encontrar esa característica más destacable que definiese a la especie en su conjunto.

«¡Homo mierdus!», gritó un becario.



jueves, 11 de noviembre de 2021

Nanorrelato Nº643. Distopía

Pues efectivamente: salimos mejores. Los detractores de la vacunación ganaron más y más adeptos, ya que ser “antivacunas” se convirtió en un ideal, en un sentimiento, y ya se sabe que contra eso la ciencia no tiene nada que hacer, y si no que se lo pregunten a Galileo. La gente empezó a no utilizar preservativos en sus relaciones de riesgo, porque el virus HIV realmente era un chip, no tan moderno como el chip llamado COVID-19, pero un chip al fin y al cabo. Se puso de moda tener en todos los sitios charcos de agua estancada para que el maravilloso mosquito Anopheles criara a su familia sin estrés…; huelga explicar lo que ocurrió. Además, para más inri, no había médicos en los hospitales, ya que todos se fueron a La Palma a estudiar el efecto de los gases del volcán, y los médicos de La Palma se volvieron a Madrid, pero no a trabajar sino a tomar cañas, que “donde fueres haz lo que vieres, miniño”, decían y con razón. Hasta que sólo quedó un ser humano, que se despertó de un coma y al ver a todo el mundo muerto pues le entró la duda, razonable, de no quitarse nunca la mascarilla en lo que le quedase de tiempo consciente. FIN

viernes, 27 de agosto de 2021

Nanorrelato Nº 642. ¡Triunfador!

Amaba a su país con todas sus fuerzas, casi con las mismas que odiaba a aquellos que dudaban lo más mínimo de su cuasiperfección. Ahora, mirando la puesta de sol, rozaba con la mano opuesta la pulsera con los colores de la bandera y recordaba el esfuerzo que tuvo que hacer desde su entrada a las juventudes del partido hasta que consiguió su primer cargo como concejal… ¡hasta que por fin tocó moqueta!, vamos. De ahí a alcalde y de ahí a presidente y de ahí a aquel aburrido puesto de consejero en la misma eléctrica que ahora no le cobraba la luz que consumía, como prebenda en su contrato. Y todos estos recuerdos todavía reforzaban más su amor patrio, su lealtad a la democracia y a la igualdad de oportunidades, que naciones como la suya otorgaba a todos sus hijos, sin excepción.



jueves, 15 de julio de 2021

Nanorrelato Nº 641. 29700, más o menos.

Consiguieron el permiso del “Jefe” para convertirse en fantasmas, que era lo más aproximado a la vida. Normalmente el “Jefe” era muy reacio a estas cosas, pero Él también leía la prensa y aquella noticia le desbordó. Así que esa es la razón por la que cada vez menos gente quiere trabajar en el Tribunal Constitucional, porque por lo visto hay fantasmas que les mueven las cosas, oyen voces en los lavabos y cosas por el estilo, y ningún guardia de seguridad aguanta más de dos noches seguidas y aseguran, ante sus superiores, que se oye gritar la palabra “justicia” a altas horas de la noche. Los más entendidos en ciencias ocultas dicen que sus aparatos de medición de energía de ultratumba y cosas así datan que son unos 29700 fantasmas, más o menos.

martes, 15 de junio de 2021

Nanorrelato Nº 640. ¡Haz el favor!

La reunión fue al más alto nivel. Dios, convocó a todas sus distintas manifestaciones culturales urgentemente: el asunto no era para menos. Sólo había que decidir quién de ellas bajaba un segundito a la Tierra para dar el mensaje. Se presentó voluntaria una de ellas, que no voy a decir quién era, porque en el fondo da igual, con saber que era Dios, vale. Esperó a que la rotación de la Tierra llevase a la menor distancia posible y bajó como un rayo hacia las isla de Tenerife: « Haz el favor y pide ahora mismo perdón por la barbaridad que has dicho de la madre de esas dos chiquillas ¡Haz el favor!»

viernes, 11 de junio de 2021

Nanorrelato Nº 639. 1000 metros de machismo

A veces la injusticia es tan atroz que no tiene ni cara ni forma, porque su fealdad es tan terrible que hasta ella misma se asusta, y no quiere dejar ningún rastro, ninguna evidencia, no sea que fuese verdad que los espejos esconden un mundo detrás y su mero reflejo es más que suficiente para exterminarlo. A veces la injusticia lleva de la mano palabras aparentemente inocuas como ancla y manta, y otras importantísimas como chiquilla y padre. Las une para siempre en un dolor eterno que solo se puede atenuar con el perdón de …esa chiquilla. A veces el bien pierde de forma estrepitosa y el mal gana unos centímetros. Pero eso ya es cuenta nuestra. Esperemos que esta lección nos haga ver la verdadera cara del machismo que no es otra que esa expresión de no comprender nada que quedó para siempre a mil metros de profundidad. Si con esto no hacemos nada, quizá deberíamos tirar todos nuestros sentimientos a esa profundidad, porque ya no los necesitamos.

miércoles, 2 de junio de 2021

Nanorrelato Nº 638. Muy muy (Gracias, eléctricas)

Siempre había sido el loco de su casa ya que todas las noches ponía la lavadora a las tres de la madrugada harto de no poder dormirse; su sonido al centrifugar, sobre todo, le inducía el sueño y se imaginaba que iba en un avión muy muy lejos, a una isla muy muy lejana de playas blancas y agua verde turquesa. Nadie le hablaba desde hacía mucho por su impertinente conducta nocturna que molestaba a sus infinitos vecinos con los que se repartía el minúsculo trozo de espacio de su enorme bloque de viviendas de paredes de papel. Pero gracias a un golpe de suerte ya todas las viviendas producían el mismo arrullo a las tres de la mañana, y por fin él no tenía que levantarse. Era muy muy feliz volando en un sinfín de tipos de aviones… sin moverse de su colchón de gomaespuma, como pasajero de primera.


viernes, 5 de marzo de 2021

Nanorrelato Nº637. Sí: los expertos

Y nunca más hubo manifestación el 8 de marzo, porque los expertos, sí: los expertos, aseguraban que era mejor prevenir que curar, y quién era el guapo (¡o guapa!) que era capaz de prometer que ese día no se produciría una mutación en algún virus que desencadenase otro apocalipsis. De las demás manifestaciones y días no se hablaba, porque eran "otras manifestaciones y otros días", justificaban los expertos, sí: los expertos. Todo atado y bien atado.

domingo, 7 de febrero de 2021

Nanorrelato Nº 636. La normalidad avisada

Los tribunales de justicia fueron sustituidos por programas televisivos de reality show, ya que quién mejor que el pueblo, con el uso de todos sus grados de libertad, para impartir justicia. “Somos liberales y estamos a favor de la libertad extrema”, decían los gobernantes de turno cuando terminaba el juicio, como colofón publicitario. Los exámenes, en las escuelas primero y en las facultades después, cambiaron radicalmente, consiguiendo las mejores puntuaciones aquellos que contestaban lo que les daba la gana, y dentro de este grupo los excelentes eran los que además respondían con una mentira como, por resaltar dos ejemplos de matrículas de honor, que la diabetes no cursa con un aumento del azúcar en sangre o que las epidemias no se controlan con el confinamiento de las personas. Y la mal llamada “nueva normalidad” siguió su curso, digo mal llamada porque ya hace mucho tiempo que alguien dejó reflejado en un libro muy antiguo las consecuencias de adorar al becerro de oro. Así que, de nueva nada.

viernes, 22 de enero de 2021

Nanorrelato Nº 635. La quinta ola

Y en la quinta ola, los mismos gobernantes que estuvieron en las cuatro anteriores, se quedaron sin culpables a quién responsabilizar de esa nueva dosis de muerte y destrucción, ya que después de cuatro excusas consecutivas se agotaron los candidatos para ello. Esta, por tanto, prometía ser la mejor de todas, de todas las eufemísticamente llamadas “olas”, ya que no había ninguna noticia relevante en lo que a crispación política respecta, y como ya estaba normalizada la visita de la de la guadaña por las otras cuatro anteriores, pues sólo ocurría eso: muerte y destrucción…, pero sin pelea, repito. Pero un viajero que consiguió ir y venir del futuro, dijo en televisión que habría una sexta, y que él se había contagiado allí porque técnicamente no puede utilizar mascarilla en la máquina del tiempo. Así que se juntó la cuarta con la sexta, sin haber terminado la quinta. El viajero murió en directo, ya que hacía varias olas que no quedaba ni un solo sitio en ninguna UCI…, y fue muy comentado porque esos mismos gobernantes, los de las cuatro anteriores y la sexta futura (suponemos), dijeron que la culpa era del mal diseño de las máquinas del tiempo. Y vuelta a empezar.