Las órdenes de aislamiento fueron, dada la extrema gravedad, cumplidas a
nivel planetario. Todo el mundo, sin excepción, hasta los más insolidarios que
miraban de reojo la torre de papel higiénico cada vez que llegaban al domicilio
después de la escapada a la casa de la playa, acabaron por aceptar que ellos no
eran los más importantes, y que si el vecino no se podía limpiar los mocos
correctamente, tarde o temprano, acabarían por infectarlos. Así que la lógica
aplastante de la ciencia de la salud pública ocupó, de verdad, su sitio preponderante.
Durante el aislamiento, la mayoría de
las personas se dieron cuenta de cuanto querían y necesitaban a otras personas
y, al terminar, cuando el gobierno global que representaba a todas las naciones
del mundo anunció que la batalla había sido ganada, todos, absolutamente todos,
observaron que ya no eran los mismos, que eran por primera vez seres humanos humanos….. y esa es la explicación,
queridos niños, de que en este año de 2067, nuestra especie se denomine “homo
sapiens sapiens” y que no haya hambre, ni guerras, y hayamos conseguido parar
el cambio climático. Repasad la historia completa que el lunes os la
preguntaré. Buen fin de semana a todos.
Ojalá en esta realidad que nos ocupa y preocupa se cumpliera eso de "hacer de la necesidad virtud" y "no hay mal que por bien no venga", que tan bien reflejas en este relato, más actual imposible.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Pedro. Cuídate mucho
Gracias, profesor. Cuídate tú también
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