Mientras escurría la fregona, mientras el agua negra se iba blanqueando, la frase “solo sí es sí”, que oía en el pequeño transistor que le hacía compañía, penetraba en su cabeza con la misma decisión y facilidad que la leche caliente entra al mojar un bizcochón. Pensaba en su sirvienta madre , y cuanta falta le habría hecho ese “solo sí es sí” …en su día. Pero de la misma forma que ya no se fregaba de rodillas, volvió a escurrir su fregona, que dinerito le daba para que su hija terminara medicina, y se atusó con mucho orgullo la bata azul y pensó lo bien que le quedaría esa frase cogida con un imperdible en el pecho. «¡Mañana, sin falta!»
Un trocito de....
"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner
jueves, 24 de noviembre de 2022
lunes, 31 de octubre de 2022
Nanorrelato Nº 673. Pensiones
La sala de conferencias estaba abarrotada. Era lógico: el mayor experto economista liberal, director de ese instituto tan prestigioso, también liberal, estaba dando una charla magistral sobre la lacra de las “pensiones”.
«…y, queridos amigos, puedo afirmar que la verdadera y única solución al colapso de la pensiones en nuestra nación, pasa por retrasar la edad de jubilación y hacer coincidir dicha edad con el fallecimiento del trabajador»
Los aplausos fueron
atronadores…incluso alguien afirmó ver que varios jets privados hacían piruetas
en el aire celebrando la inteligente conclusión.
miércoles, 5 de octubre de 2022
Nanorrelato Nº 672. Inmigrante
Su bisabuelo lloró solito en la isla de Ellis, ya que fue el
único que llegó con vida de toda la familia. Su abuela, con su madre a cuestas,
cruzó desesperada el paso de Le Perthus huyendo del hedor a muerto. Ahora
él, sentado en un sillón Camel, aprovechaba las imágenes de un telediario para
explicar a su hijo el peligro de la inmigración. De fondo, en la radio de la
criada, sonaba el corrido mexicano que reza:
Mi padre fue peón de hacienda
Y yo revolucionario
Mis hijos pusieron tienda
Y mi nieto es funcionario
domingo, 25 de septiembre de 2022
Nanorrelato Nº 671. Unión ciencias y letras
Cuando se presentó ante el juez, que le miraba por encima de sus
gafitas comiéndose un yogurt, después de decenas de cartas en papel
reciclado citándole una y otra vez, obviándolas todas por las excusas más
peregrinas que a una persona desesperada se le pueden ocurrir siempre teniendo
como imagen a su progenie debajo de un puente, un “hasta aquí he llegado” se le
deslizó en forma de goterón de sudor por la columna vertebral.
«Y dice usted que pidió este dinero para pagar los intereses exorbitados
que su banco le aplicó injustamente.»
«Sí…sí señor»
«Y cuando lo hizo, ¿tomaba usted probióticos?»
«Eh…no sé ni lo que es eso, así que supongo que conscientemente no»
«No se puede tomar una decisión así con un desequilibrio
intestinal que nos nuble la razón, dada la importancia que tienen los miles de
millones de bacterias que pueblan nuestro intestino y que tanto dirigen
nuestras acciones cerebrales. ¡Queda exonerado! No estaba usted en sus cabales»
jueves, 25 de agosto de 2022
Nanorrelato Nº670. Sin olfato
Hoy vamos a estudiar la última teoría publicada en esta parte del universo cóncavo sobre la desaparición de esa especie de aquel planeta de tono azulado. Se denomina, la teoría de los “ciervos sin olfato”. Aquellos seres, denominados humanos, acabaron comportándose como reza el nombre, es decir, un ciervo que no tiene más remedio que hacer lo que haga la manada ya que ha perdido su principal sentido de detección del peligro. Es decir: si la manada corre, él corre. Y si la manada se lanza por un precipicio, su destino está escrito. Y por los resultados… “todos” saltaron hacia el abismo, ya que ninguno tenía olfato
domingo, 21 de agosto de 2022
Nanorrelato Nº669. La hormiga
Muchas veces le miraban. A él le daba igual. Lo importante era su
objetivo. Desde hacía algún tiempo su comportamiento parecía extraído del
cuento de la cigarra y la hormiga, siendo la hormiga, más o menos. Se preparaba
constantemente para los acontecimientos terribles que le podía enviar la vida. Así
que cuando daba un paseo por el jardín tardaba horas en terminarlo, ya que, por
ejemplo, si una flor le llamaba poderosamente la atención, se quedaba horas parado
en ese instante hasta que lo memorizaba para siempre, es decir, para tenerlo
disponible cuando la vida le enviase algo malo. Tenía muchos recuerdos buenos
bien memorizados durante muchas primaveras «¡Que venga, que venga el invierno
si quiere!» Por eso las personas se le quedaban mirando, y hasta hacían gestos circulares
con el dedo índice. Así que los celadores del psiquiátrico eran compasivos con
él y le dejaban más tiempo que a nadie en el jardín, mientras llamaban la
atención a aquellos de los dedos circulares.
jueves, 18 de agosto de 2022
Nanorrelato Nº668. La última hectárea
Érase la última hectárea de monte sin quemar. El año lo pasó
regulín ya que no tenía, desde que las otras hectáreas adyacentes se
achicharraron, alguien con quién charlar y, si se diese el caso, pues intimar ¡Por
qué no! Al llegar el verano alguien la pegó fuego, sin motivo o sí…, quizá porque
era la última, y lo raro ya sabemos que “tira para atrás”. Cuando estaba agonizando
vio entre la humareda grandes excavadoras y carteles de una promoción de pisos
maravillosa, que prometía vistas a un paraje incomparable junto a una vida muy
feliz. «¡Cómo iba yo a competir frente a un cartel!»
miércoles, 17 de agosto de 2022
Nanorrelato Nº667. Cubo va, cubo viene
Esta es la historia de una persona que
combatía la inmoralidad, que no es pelear contra el mal, no: es ir más allá. Cada
vez el purulento estado ocupaba más espacio, ya que había muchas personas que
estaban en contra del mal…, pero en silencio, que es lo mismo que estar a
favor; mejor, diría yo. Pero ella no se daba por vencida, porque ese es el estado
preferido del mal: la rendición. Y ahí la tenemos, en el reducido volumen que
podía defender, como sacando cubos de agua de una pequeña barquita superada por
el oleaje, sin perder “la postura”, con la barbilla alta y desafiante. Claro…,aunque
pequeño espacio, mayor deseo del mal. Pero no. Hace poco he pasado por allí y
ahí seguía, cabeza alta y: cubo va, cubo viene.
jueves, 14 de julio de 2022
Nanorrelato Nº 665. Yo, Roy Batty.
Yo, Roy Batty, replicante Nexus-6
perseguido por los Blade Runner, he estado en urgencias de un gran hospital y
he visto cosas que los replicantes no creerían: he visto salas con diez veces
su capacidad superada; he visto a enfermeros ponerse de rodillas, entre dos sillones, para poder extraer sangre que analizar; he estado sentado al lado de un pobre humano que no hacía
mas que escupir en una batea porque padecía un cáncer; he oído una especie de
sinfonía generada con el dolor de tantos enfermos en un mismo espacio que te helaba
la sangre, incluso la mía que es sintética; he interactuado con médicos que te
hablaban bien, educadamente y generando tranquilidad en medio de ese infierno
de rayos C centelleantes. Todos estos recuerdos NO se perderán en el tiempo,
como lágrimas en la lluvia…
miércoles, 6 de julio de 2022
Nanorrelato Nº 664. El Medioevo digital
«¡Pero… es que lo están haciendo todo mal!», le dijo una enfermedad a otra. «Calla; como dijo aquel humano tan
listo, Napoleón: cuando el enemigo se equivoca no hay que interrumpirle;
que por cierto se lo cargó nuestro colega el cáncer de estómago. Disfruta el
momento y vete a brotar a aquel pobrecillo esquizofrénico que no tiene
medicación; que como sigan así, vamos a vivir tiempos maravillosos como en la Edad
Media. De hecho, la peste bubónica se acaba de hacer un perfil en Facebook, no
te digo más.»
viernes, 1 de julio de 2022
Nanorrelato Nº 663. Todo es mentira...
Todos
los excel son mentira,
Y los sms,
y los reels
Y las
banderas que nunca se ajan
Y las
comidas que no queman ni huelen
Y el
sexo de dos dimensiones
Y los perfiles
laborales, que nada dicen de la persona.
El
ruido del mar es verdad,
pero no
quieren que lo oigas, quieren que lo grabes
porque si
uno lo escucha, podría convertirse en un soldado
por la
libertad
y eso no
debe de darse nunca. No.
domingo, 26 de junio de 2022
Nanorrelato Nº662. Todo atado y bien atado.
¡Pump!, sonó el tapón de la botella de Moët & Chandon iniciando
un despegue digno del Apolo XI cuando los resultados de las elecciones se
mostraron definitivos. Abrazos y más abrazos entre el grupo que tan duro había trabajado
llenando de mierda las redes sociales, engordando de forma mórbida esa capa
imposible de traspasar para llegar a la verdad. El más felicitado de todos fue
el que diseñó el algoritmo por si a alguien se le ocurría llegar hasta el
Quijote y leía las enormes críticas de don Miguel a los poderes establecidos,
acto nefasto, huelga explicar, para el resultado de las elecciones, donde al
poner “El Quijote” les redireccionaba hacia páginas donde estuviese la palabra
cipote, y ya se sabe que con las páginas porno es complicado competir, y si insistía
el resiliente ciudadano en conseguir la información y escribía “La Mancha” le
llevaba a imágenes de lesiones dermatológicas terribles que le hacían volver a
las páginas porno anteriores, para quitarse el mal sabor de boca.
«Todo atado y
bien atado» gritó el responsable político del partido ganador a través de su
conexión por Zoom, mientras a todos les sonaba el móvil como punto final
de que la transferencia acababa de llegar a cada una de sus cuentas.
jueves, 23 de junio de 2022
Nanorrelato Nº 661. ¿La Gioconda?
Llevan yo que sé las décadas, que digo décadas, siglos, sin ponerse de acuerdo en
quién es realmente la Monna Lisa. Que si la esposa de Francesco del Giocondo,
que si una mujer de la familia Sforza, que si una cortesana de la época muy
apreciada. Pero un día un becario de la noble profesión de restaurador, un
chico muy listo, ante un ataque con tarta que recibió el famoso cuadro, se
quedó hasta tarde estudiando cómo abordar el pequeño destrozo azucarado. Se dio
cuenta de que había una carga de barniz muy oscuro y, como becario valiente y
sin miedo, procedió a quitar. Y, ¡Zas!, debajo del barniz de quinientos años de
edad, apareció un troncho digno del mejor relato de Bukowski. Viendo la que le
podía caer encima, volvió cuidadosamente a embadurnar de negruzco barniz el enorme rabo escondido
durante cinco siglos.
―¿Y tú
por qué llevas la cara de Leonardo da Vinci en la bandera LGTBI.
―No me
creerías…seguro.
Nanorrelato Nº 660. Cuando...
Cuando el dolor era insoportable en aquella camilla sin que viniese nadie a atenderle; cuando la vergüenza subía lentamente por la espina dorsal en la fila del comedor social; cuando se fue a la calle después de tantos años dedicados a esa empresa porque él, un punto en una gráfica, estaba en el cuadrante negativo; cuando tenía que malvivir en un piso compartido porque o decidía piso o decidía comer; cuando un enchufado le quitó el puesto para el que se había preparado y con una palmadita su jefe le justificó “la política, amigo”; cuando su padre se murió solo, gritando entre sus propias heces, en aquella residencia tan buena…entonces recordó aquella frase demoledora que había alquilado una circunvolución en su cerebro «Que cada uno solucione su vida»
viernes, 17 de junio de 2022
Nanorrelato Nº659. El final vendrá por....
«¡El final de la humanidad está cerca!»,
gritó un individuo en medio de una glorieta con la consiguiente soledad que
provoca que todo el mundo te ignore. «En el mundo ya no caben más charlatanes.
Los bomberos dejarán de apagar fuegos porque todos se dedicarán a enseñar cómo
se hace en un PowerPoint. Los médicos harán lo mismo: ya nadie tocará la tripa
de un paciente sino que enseñarán fotos de tripas en su correspondiente
presentación. Policías, cocineros, carpinteros…hasta los pilotos dejarán de
pilotar aviones para enseñarnos cómo se hace en sus charlas. Todo el mundo será
gestor o farsante, o las dos cosas, pero nadie trabajará. El final de la
humanidad lo traerá el PowerPoint»
̶̶ ¿Habéis
entendido la esencia de esta grabación hecha por uno de nuestros platillos en
misión de reconocimiento del tercer planeta de ese sistema? Que se os grabe en
ambos cerebros que el final de cualquier civilización tiene siempre la misma
CAUSA: dejar de trabajar. Es decir, faltarse el respeto a uno y a sus
semejantes.
viernes, 10 de junio de 2022
Nanorrelato Nº 658. El hombre moderno
Lo primero fue poner en marcha la
alarma de la casa mientras estaba ocupado en una de las estancias, que ya se
sabe que los ladrones están al acecho de cualquier descuido para entrar en tu
intimidad. Después activó el antivirus nada más encender el PC. Lo ejecutó
varias veces asegurándose de que no tenía ningún virus espía escondido
en alguna circunvolución del procesador. Repasó el firewall, que estuviese bien
configurado para estar tranquilo que nadie entraba en su intimidad. Aunque la
habitación estaba insonorizada, puso una almohadilla sobre el teclado para que
las pulsaciones fuesen lo más silenciosas posibles, libres de cualquier
grabación y posterior repetición. Encima de la minúscula cámara echó un pegote de
crema dentífrica sobre el esparadrapo que ya la tapaba, por si quedaba algún
poro por el que se colase algún fotón indiscreto. Ventana y persiana, cerrada y
bajada, respectivamente, y luz roja de baja intensidad en el habitáculo «Ahora sí, ahora sí que puedo hacer la compra con absoluta
seguridad e intimidad, que la gente no es consciente de lo peligroso que es
esto.»
lunes, 6 de junio de 2022
Nanorrelato Nº 657.Fumando espero.
Consigo llegar al sillón con el mismo esfuerzo que seguramente realizaría un alpinista en coronar el K-2, aunque esto último como jamás he subido a esa montaña, me lo imagino. Nada más sentarme me coloco las gafas nasales correctamente, ya que durante la travesía hasta mi raído destino se habían descentrado y la falta de oxígeno llamaba poderosamente en mi picudo pecho. Una vez acomodado y restablecido el resuello, me vuelvo a acordar de todos los cigarrillos que fumé buscando la paz de su efecto…, y me culpo. Me culpo yo, y además en el informe del médico también me culpa él, sin quererlo ¡claro! que el lenguaje a veces es muy traicionero: “Fumador de 40 cigarrillos diarios desde la juventud…” Escribe fumador pero lo que yo leo es responsable. Sí: me culpo por haber fumado, y también por haber trabajado en aquella insalubre fundición de plomo desde los catorce años. Me culpo de no haber salido de allí, de aquel lugar deleznable; también me culpo de no haber maldecido la cajetilla que siempre me acompañó, de no haberla pisado con todas mis fuerzas, de no haber sido valiente. Pero cuando el oxígeno penetra en mis pobres pulmones y me trae un momento de tranquilidad, perdono mi despiste laboral y al lenguaje del médico también. De lo que no consigo indultarme es de no haberla olvidado nunca, ni un solo segundo de mi vida y de fumar…, esperando, como dice la canción. De eso no. Así que con la tozudez que aporta la cobardía, en cuanto se vaya mi hija, volveré a encender uno que tengo escondido dentro de una caja de medicación: para esperarla, fumando, hoy. Eso sí, ella no fuma. Esa es mi victoria y mi tranquilidad.
2º puesto Concurso de Relatos Comisión Antitabaco Hospital La Paz (2019)
domingo, 5 de junio de 2022
Nanorrelato Nº656. Mañana y tarde
Primero
fue la vergüenza. Después, el compromiso. Seguidamente, la seriedad. Ética,
palabra, verdad, responsabilidad, promesa y juramento carecieron de sentido y
como que “no pegaban” en ninguna conversación, y poco a poco desaparecieron
como si fuesen descriptivas de antiguos oficios ya inexistentes. Y apareció el
doble humano, una cosa y la contraria, por la mañana de ideas democráticas
inamovibles y por la tarde del Ku Klux Klan, por ejemplo. Y, como era lo
normal, pues todo el mundo se desdobló en lo que pudo. Unos por la mañana eran
maridos ejemplares y por la tarde puteros indomables. Otros, obreros
convencidos de su clase para después desear tener cien apellidos nobles.
Gobernantes que se les ponían los ojos vidriosos por la mañana hablando de la
paz entre naciones, para por la tarde tirar toneladas de Napalm sobre población
civil…« ¡Pero si siempre ha sido así, todo ello es inherente a la raza
humana y por ende a su condición » (Acabo de pasar de humano idealista a realista,
que ya es por la tarde)
lunes, 23 de mayo de 2022
Nanorrelato Nº 655. ¡Qué cosas tienes!
«Tenga
cuidado: consumir demasiada carne procesada puede ser perjudicial», le dijo desde
su coche al conductor del autobús que llevaba un enorme cartel publicitario
sobre fiambre. « Oiga, creo que ya está todo dicho sobre el alcohol», le espetó
a un peatón que cruzaba por un paso de cebra con una bolsa que llevaba impresa
una conocida marca de ron. « Cuidado con los esfuerzos. Siempre es bueno
hacerse un pequeño chequeo» le gritó a una chica que llevaba en su camiseta
publicidad de una conocida marca de zapatillas deportiva.
Una
cosa, le dijo su mujer desde el asiento de al lado, ¿se puede saber por qué le
dices eso a la gente? Si no les importa…
¡Cómo
no les va a importar! Mujer, qué cosas
tienes. ¿Cómo alguien va a hacer publicidad, va a favorecer, va a mostrar algo
en lo que no cree? Eso sería inmoral, de una irresponsabilidad social sin
precedentes, como votar a un corrupto de forma automática, sin pensar, vamos ¡Esas
cosas no ocurren!
viernes, 13 de mayo de 2022
Nanorrelato Nº 654. Hacia delante.
El tema de hoy, queridos alumnos, es de especial relevancia, por
eso se estudia aparte en un seminario exclusivo dada la importancia que implicó
en su día, y como futuros abogados os será muy útil, ya que con esta
excepcionalidad lo recordaréis siempre. Hoy vamos a estudiar el salto enorme en
derechos que se produjo en los años 20 del siglo pasado en nuestro país, en
concreto en el año 2022, cuando se equiparó, a todos los efectos, la
dismenorrea en las mujeres con el 37.3 ºC de fiebre en los hombres.
domingo, 8 de mayo de 2022
Nanorrelato Nº 653. Ese color verde..
Era muy jodido ser juez; serlo en todas las caras del poliedro que
implica su profesión. Las amenazas eran muy grandes, aunque realmente no eran amenazas,
sino datos reales de que si iba ‘por ahí’ ese puesto que con el que había
soñado se disolvería como un azucarillo. Él era humano, con todo lo que eso
conlleva, como por ejemplo pensar de pronto «¡A la mierda, si nadie me lo va a agradecer!»
Pero en seguida le venía a su estudiada cabeza el color verde que le recordaba cuando
estudiaba al calor de un infiernillo, ese color verde del estropajo ajado de su
madre con el que nunca flaqueó y tenía todo como los chorros del oro. Y con ese recuerdo firmó lo que sentenció a la par
que el azucarillo desaparecía en una de sus cultivadas, y llenas de leyes, circunvoluciones.
martes, 26 de abril de 2022
Nanorrelato Nº652. La postura.
«
¡Eso es: tres millones de mascarillas para el lunes! » Fue lo último que dijo,
tajante, con voz segura, educada, de esa que ha ido moldeándose de generación
en generación a galope de caballo rampante sin salirse ni una sola vez de las
dos rayas que te ofrece la cartilla ‘Rubio’
de la vida, de esa vida. Después vendría la comisión, a cien mil euros cada
segundo de conversación, más o menos, que no iba a regatear…para que no
pareciese importante, para que no pareciese ‘trabajo’ ¡faltaría más!;siempre
fiel al espíritu de aquella historia contada al calor de una chimenea y con la
seriedad del eco de la piedra: aquel noble que pidió la cena y, al decirle el
criado que ya no había nada en la despensa, que estaban arruinados, en su lugar
pidió la pistola de chispa. La postura, eso es lo importante. La postura.
sábado, 9 de abril de 2022
Nanorrelato Nº 651. Lenguaje inclusivo judicial
La
expectación en la sala era enorme ya que se iba a juzgar a los responsables de
los campos de exterminio. El mundo, y sobre todo el país de donde eran dichos individuos estaban pendientes de dicho acontecimiento. En unos minutos apareció el
juez en la sala, y con voz grave acorde al acontecimiento que allí se iba a
desarrollar, dijo:
«Pónganse en pie los pillos»
lunes, 4 de abril de 2022
Nanorrelato Nº 650. Mi premio
Viéndola
recoger y disfrutar del premio, en un despiste de esos que se producen terapéuticamente
en la vejez a modo de poyete de descanso para la cabeza, recordó lo chiquitita
que era cuando le dijo «Mamá: yo soy una niña»
Todavía sentía el estruendo en su cabeza al oír esto, no porque le pareciese
mal, sino por el sufrimiento que estaba por llegar dada la crueldad innata de
la especie a la que pertenecían. Pero también algunos miembros de esa especie, poseen
tanta cantidad de valor como otros de crueldad, así que era cuestión de tiempo
y tesón, y de lucha por lo más maravilloso que se puede pelear que es por la
justicia, principal objetivo de los malos, que…allí estaba ella. Ya no era
niño, ni niña. Era una mujer hecha y derecha, recogiendo al vuelo del columpio
su premio y disfrutando de su risa. Mi nieta.
viernes, 18 de marzo de 2022
Nanorrelato Nº 649. El trabajo
Iba
a ser su primer día de trabajo. Llevaba toda la noche sin dormir. Su padre la
despertó —«vamos, Rosita»— a la vez que apoyaba el dedo índice en sus labios
como respeto al sueño de sus hermanos. El sigilo iniciado en la casa se mantuvo
a lo largo de toda la distancia que se interponía entre el despertar y el
trabajo. Su padre iba andando un poco adelantado, como indicando el camino,
cosa que no hacía falta porque ella sabía perfectamente dónde estaba el
trabajo. Y llegaron a su destino. «Corre, Rosita, súbete a ese montón mientras
yo rebusco en aquél». ¡Qué nervios! Claro, es que ya era muy mayor, tenía seis
años.
Relato del libro "El Velocirraptor y 53 relatos más" de Pedro Carrasco Garijo y Jesús Oliván Palacios
domingo, 27 de febrero de 2022
Nanorrelato Nº 648. Otra vez la guerra
Otra vez la guerra surca los
caminos. Repta purulenta hacia los hogares ayudada por sus propias babas, metiéndose
en las secretas alcobas y paralizando las palabras de amor. Reseca los ojos de
los niños y encharca los de sus abuelos, que vuelven a golpearse los muslos con
sus puños al mezclarse presente y recuerdos. De nuevo el adiós lleva lo
definitivo implícito y se pudre la comida de los domingos. Se tapa con sangre
las imágenes de los dioses, que nada pueden hacer…. sienten impotencia,
impotencia divina, esa que ya está al borde del acantilado. Los gritos ya son
todos iguales; no brotan de nerviosos columpios ni de ingrávidos globos: vienen
del dolor, y esos siempre suenan igual. Desde siempre. Otra vez la guerra….
lunes, 21 de febrero de 2022
Nanorrelato Nº 647. Mis derechos.
Fernández: róbame,
tú. García: viólame, tú. Sánchez: véjame, tú. López: asesíname, tú. Martínez:
encadéname, tú. Gutiérrez: insúltame, tú. Y que a nadie más se le ocurra hacer nada,
sin mi permiso, porque me voy de inmediato a un juzgado a defender mis derechos…fundamentales.
sábado, 15 de enero de 2022
Nanorrelato Nº 646. A pesar de vosotros....
A pesar de vuestros vómitos de mentiras,
de las inauguraciones de rotondas, de cortar cintas en terrazas, de más vómito
para tapar el anterior, de vuestro oscuro pasado, de estudios inexistentes, de esfuerzo
inventado, de paraísos fiscales, de periodistas a sueldo con olor a semen en la
cavidad bucal, de rayas y rayas, de…otro vómito de mentira más para tapar los
dos anteriores, de medios de información con librea, a pesar: siempre habrá alguien
que os deje en vergüenza, que desde su habitación alquilada y sus caminatas
para ahorrar un viaje con el tupper
de su madre a cuestas, sin un euro en el bolsillo pero lleno de ética y de
auténtica condición humana, descubrirá algo para que este azulado planeta, que os
da igual que se convierta en marrón, siga dando vueltas y gane terreno al dolor y a la enfermedad.
A pesar de vosotros……..hijos de
la gran puta.
P.D. A los que han descubierto que el virus de Epstein Barr como causa primigenia
de la Esclerosis múltiple. Gracias y mil gracias.