¡Pump!, sonó el tapón de la botella de Moët & Chandon iniciando
un despegue digno del Apolo XI cuando los resultados de las elecciones se
mostraron definitivos. Abrazos y más abrazos entre el grupo que tan duro había trabajado
llenando de mierda las redes sociales, engordando de forma mórbida esa capa
imposible de traspasar para llegar a la verdad. El más felicitado de todos fue
el que diseñó el algoritmo por si a alguien se le ocurría llegar hasta el
Quijote y leía las enormes críticas de don Miguel a los poderes establecidos,
acto nefasto, huelga explicar, para el resultado de las elecciones, donde al
poner “El Quijote” les redireccionaba hacia páginas donde estuviese la palabra
cipote, y ya se sabe que con las páginas porno es complicado competir, y si insistía
el resiliente ciudadano en conseguir la información y escribía “La Mancha” le
llevaba a imágenes de lesiones dermatológicas terribles que le hacían volver a
las páginas porno anteriores, para quitarse el mal sabor de boca.
«Todo atado y
bien atado» gritó el responsable político del partido ganador a través de su
conexión por Zoom, mientras a todos les sonaba el móvil como punto final
de que la transferencia acababa de llegar a cada una de sus cuentas.