Merecía la pena estar a su lado. Era tranquilizador su silencio. Pero a veces, sin saber porqué, regalaba algunas palabras, frases que le hacían a uno temblar durante horas. Eran vivencias antiguas pero de rabiosa actualidad. Las podías amoldar a tu propia vida, y te ayudaban a ir un pasito por delante. Sabía lo que necesitabas en ese momento, incluso en cada momento me atrevería a decir. Era una vejez maravillosa.
Dibujo realizado por el pintor Jesús Oliván
Dibujo realizado por el pintor Jesús Oliván
Precioso, el sueño que casi todos perseguimos compartir nuestros silencios con infinita alegría
ResponderEliminarHola, estoy visitando blogs que aparecen en los directorios de blogs. Éste me pareció muy bueno, voy a quedarme por aquí como seguidor, si me permites.
ResponderEliminarSi tienes ganas (sólo si tienes ganas), te invito a pasar por el mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com