Cuando se le apareció el fantasma se quedó de piedra, lógicamente. Era un espectro en toda regla: sábana blanca, dos cuencas negras a modo de ojos, y por supuesto la cadena. Una vez superado el susto inicial un manto de decepción le arropó, dado el aspecto tan manido del espíritu. La criatura se dio cuenta del sentimiento provocado y también fue partícipe de cierta desilusión. Pero antes de irse le dijo <<Mejor así, de esta forma nunca sabrás si soy de verdad o fruto de tu imaginación, perdón, de lo poco que te queda de ella>>
Dibujo realizado por el pintor Jesús Oliván
Dibujo realizado por el pintor Jesús Oliván
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