Corría el año 343450 de su era. En un planeta alejado del suyo unos veinte mil años
luz, un grupo de arqueólogos encontró restos de una civilización extinguida.
Sus teorías, respecto a la causa del evento ligado a la extinción, están
reflejadas en todos los libros universitarios. La más aceptada es que la
infección del virus no pudo ser erradicada ya que aquellos seres poseían cinco
narices y claro, mantener correctamente cinco mascarillas sin contagiarse pues
debería ser, según el grupo mayoritario de arqueólogos que afirmaba esta
teoría, muy complicado. Aunque había un pequeño grupo, muy minoritario, que
afirmaba que, al encontrar la mayoría de sus esqueletos petrificados muy juntos,
que podían ser semejantes a reuniones “festivas”, lo que en su planeta se llama
“botellón galáctico”, la muerte les vino porque necesitaban imperiosamente divertirse,
aunque dicha teoría era considerada casi una tontería, ya que no cabe en
ninguna cabeza, sea del universo que sea, que nadie anteponga por delante de su
vida nada. Por eso era tan minoritaria esa teoría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario