Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


miércoles, 8 de febrero de 2017

Nanorrelato Nº 444. Las gafas oscuras

<<Pero… ¿por qué?>> se preguntaba ante la sacudida que le volvía a ‘regalar’ la vida. << ¡Otra vez en el mismo carrillo!>> De nuevo, todo el proceso de encontrar una razón a tantas bofetadas, inundó su cabeza. Volvía a comenzar la búsqueda con el manido <<Pero si yo no soy mala persona >> Doy fe, como narrador, que así era. Era una persona buena, muy buena y con unos valores de esos que ahora se consideran ‘pasados de moda’. Lo que sí que era evidente, es que hasta algunos (menos mal que no todos) de los seres a los que había ayudado, por ejemplo, de una muerte existencial segura, le habían devuelto semejante acción con un amargo mandoble (por no decir un hostia tremenda). Hasta que… en su desesperación consultó a un adivino; sí, de esos que piden la voluntad. <<Cómprese unas gafas de sol>> le diagnosticó. Y así hizo. Y todo mejoró: disminuyeron drásticamente los mamporros. ¿Por qué?  Pues porque  nadie podía verse reflejado en sus ojos como realmente era, cualidad que suelen tener los órganos visuales de las buenas personas. Por tanto, gracias a la oscura barrera cristalina, la ‘mala gente’ siguió engañándose, debido a que el espejo de la reina del cuento Blancanieves dejó de estar disponible. Bueno, se las quitaba ante quien le daba la gana. Claro, ¡no van a ganar los malos!

4 comentarios:

  1. A veces es necesario un espejo para que nos veamos, quizá así pensaríamos más las cosas antes de hacerlas, que suele ser un criterio prudente.
    Un relato a tu más puro estilo, que destila sabiduría, a partir de lo cotidiano.
    Un abrazo, Pedro

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  2. Joder, tercer intento. No se puede ser buena personas. Te decía eso, que si lo eres te llueven tortazos.

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    1. jajajaj. Te doy las gracias tres veces, pues. Y tres abrazos, Ximens.

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