Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


miércoles, 29 de abril de 2020

Nanorrelato Nº 587. Coronavirus y los sueños


Desde pequeñito quiso ser lo que quiso ser. Conseguir abrirse paso con su sueño a cuestas le fue muy difícil, pero ya se sabe que si un sueño es de verdad, es imposible que el ser humano que lo tiene agarrado a sus circunvoluciones tire la toalla. Sus padres, cuando les comunicó su plan “para ganarse la vida”, no pudieron disgustarse más. Pero siguió adelante. No le fue sencillo encontrar maestros en su disciplina, ya que desde hacía tiempo dicho saber estaba un poco…olvidado. Para compensar la falta de docentes, veía y veía una y otra vez actuaciones grabadas, muchas de ellas en blanco y negro, del maestro de maestros, Marcel Marceau, y como él, también llevaba cada vez que actuaba una flor en su sombrero con el mismo objetivo que su ídolo: representar la fragilidad de la vida. Quién iba a decir que su profesión, la de mimo, iba a ser de las más demandadas en estos tiempos en que nadie puede tocar nada ni a nadie. Así que iba empresa por empresa, colegio por colegio, enseñando cómo debían de trabajar y relacionarse sin ponerse en peligro. Y esa flor que brotaba de su sombrero les recordaba a todos, además de la fragilidad de su existencia, lo terrible que puede ser la soberbia aquí, en el tercer planeta del Sistema Solar.

2 comentarios:

  1. Expresar sin tocar también es un arte, al que vamos a tener que acostumbrarnos.
    Buen personaje y muy buen relato, Pedro.
    Un abrazo y a cuidarse.

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