A veces la injusticia es tan
atroz que no tiene ni cara ni forma, porque su fealdad es tan terrible que
hasta ella misma se asusta, y no quiere dejar ningún rastro, ninguna evidencia,
no sea que fuese verdad que los espejos esconden un mundo detrás y su mero reflejo
es más que suficiente para exterminarlo. A veces la injusticia lleva de la mano
palabras aparentemente inocuas como ancla y manta, y otras importantísimas como
chiquilla y padre. Las une para siempre en un dolor eterno que solo se puede
atenuar con el perdón de …esa chiquilla. A veces el bien pierde de forma estrepitosa
y el mal gana unos centímetros. Pero eso ya es cuenta nuestra. Esperemos que
esta lección nos haga ver la verdadera cara del machismo que no es otra que esa
expresión de no comprender nada que quedó para siempre a mil metros de
profundidad. Si con esto no hacemos nada, quizá deberíamos tirar todos nuestros
sentimientos a esa profundidad, porque ya no los necesitamos.
Un trocito de....
"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner
viernes, 11 de junio de 2021
Nanorrelato Nº 639. 1000 metros de machismo
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