No sabía bien lo que era,
si adolescente, niño o adulto. Dependiendo de con quién tratara, o de la franja
horaria, o incluso de si era día laborable o festivo podía adquirir cualquiera
de los tres papeles. Podía llegar a entender que en la interfase de niño a
adolescente o de adolescente a adulto existiese algún concepto confuso...
¿pero, en las tres a la vez? Cuando salía de su casa para ir a la escuela, los
besos y abrazos de su madre eran de niño pequeño; cuando llegaba a la escuela,
los días que había, la maestra le exigía que se responsabilizara de sus tareas
como corresponde a la adolescencia, y cuando disparaba el kalashnikov sobre algún prisionero que le ponían delante
arrodillado, los soldados que le felicitaban le daban a beber un líquido con el
que olvidar lo que acababa de hacer, como hacen normalmente los adultos.
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