«¡No me interesa nada de
lo que hay ahí fuera!», musitó contestándose a por qué hoy tampoco salía de su
casa. «Quizá deba de ser como una bacteria, quizá eso es lo inteligente,
¡claro!, su comportamiento ante las adversidades que cuando vienen mal dadas se
convierten en esporas con la esperanza de que en un tiempo (a ser posible
aceptable aunque dicen…, dicen, que las que vivían en la tumba con el rey
Tutankamón aguantaron 3200 años, ¡con dos ribosomas!), haya un cambio positivo
en el ambiente para poder ser lo que realmente son: bacterias. Y entonces
dividirse...; pero para duplicarse hay que estar feliz, tener futuro, esperanza,
debe de hacerse con cabeza, porque dividirte para traer al mundo a otro como tú
y luchar luego por el poco alimento que haya…, no parece muy humano y mucho
menos bacteriano»
Hola Pedro!!!!
ResponderEliminarMe gusta tu nanorrelato!!!! Por supuesto si se duplican es para ser feliz, nada más tonto que hacerlo para pasarlo mal.
Un abarzo!!!!
Gracias, Rosa. Un abrazo muy muy fuerte.
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