Se sorprendió con la
rapidez que le contestaron. Apenas hacía unos minutos que se había dado de alta
en aquella plataforma, que ya había oído en el trabajo su infalibilidad a la
hora de ligar. Así que quedó, aunque un poco preocupado por su pequeña
mentirijilla de poner como foto de perfil una muy buena que tenía, cuando todo
“le iba bien”, de hacía cinco años. «Cinco años no son nada…, tampoco he
cambiado tanto», se dijo en voz alta. Y como acabo de decir, quedó. No fue mal
al principio, salvo al rato cuando le insinuó si le apetecía merendar las
tortitas que allí hacían que eran muy buenas y que lo más importante es
encontrar a alguien para continuar el viaje acompañado….
«Creo que hay páginas web,
en latín, donde puedes encontrar lo que necesitas. Por cierto: quita esa mierda
de foto»
Al día siguiente, en el
trabajo, las carcajadas se oían en toda la oficina.
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