Y se acabaron. Lo que
jamás imaginaron los responsables del superordenador generador de sueños,
ocurrió. Sí, a partir de una hora concreta los sueños empezarían a repetirse,
les comunicó mediante un mensaje de texto que les llegó a sus móviles. ¿Y ahora
qué hacemos? ¿Cómo vamos a solucionar este marrón de consecuencias
impredecibles? La propia Vida,
asustada porque la noticia corrió como la pólvora, también envió un mail
preguntando que ¿ Qué debía hacer?, ya que desde ese instante anunciado habría
dos personas con el mismo sueño, entonces ¿A quién se lo otorgaba?, y que ¿Cuál
era el algoritmo para inclinarse hacia una persona u otra?, ya que a los dos
imposible, ¡Cómo iban dos personas a tener el mismo puesto de trabajo, o la
misma pareja, o conquistar el mismo país!, por poner tres ejemplos cualquiera.
Así que hasta que no resolváis este dilema, amenazó a los técnicos en sueños,
no concedo nada de nada, ¡Mejor quedarse quietita! Y esto ocurrió hace un
tiempo, y por esa razón nadie en este mundo consigue su sueño. Lo siento.
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