Y la hormiga, harta ya de
las monsergas de la cigarra, soltó el grano de cebada que llevaba como podía y
se le encaró: ¿Quieres dejarme en paz hacer mi trabajo? Ya, ya sé que es
repetitivo, que es un coñazo. Ya, pero es lo que me gusta y, sobre todo, sobre
todo, lo hago de maravilla. Y no como tú, que estás todo el día metiéndote conmigo,
que si hago esto o aquello, que mejor me tumbaba a la bartola tocando ese laúd
como haces tú. Y ese es el problema: eres una artista nefasta. Jamás sacarías
un aplauso de nadie. Pero nunca te has atrevido a enfrentarte a ti misma, y por
eso esperas cobardemente a que llegue el invierno para que te arrebate …, esa
vida que tanto odias. Y de verdad que siento decirte esto, pero deberías haberte
informado en Wikipedia o en alguna vieja enciclopedia sobre mi especie, ya que las
hormigas siempre decimos la verdad, sea cual sea, duela o calme.
La veracidad de la información en Wikipedia me parece a veces cuestionable :) pero bien merecida se tenía la cigarra su respuesta.
ResponderEliminarAdmiro tu talento como nano cuentista; a mí no se me da.
Saludos.
Hola, Taty. Dejo wiki para los modernos y la vieja enciclopedia para los más antiguos !!!!!Muchísimas gracias por tus amables y terapéuticas palabras! Un saludo
ResponderEliminar