<<
¿Qué…, estoy haciendo?>> Se preguntó el patito feo antes de frenar en
seco, bueno en mojado ya que estaba en medio del lago. Las ondas producidas por
el frenazo desconcertaron al cisne que llevaba al lado.
<<
¿Qué haces?>> le soltó rápidamente el precioso cisne hembra que nadaba
justo delante de él. << ¿Por qué paras así? ¿No ves que tienes que
seguirme? Tenemos que nadar en medio del lago para que nuestra belleza sea
contemplada por todos. Somos cisnes >>
<<No.
Me voy a la orilla a que me tiren pan. Tengo que dejar de ser “patito feo” y cisne. Yo no soy ninguna de las dos cosas. Soy un pato. De todas formas:
gracias, preciosa >> Y con un sonoro ósculo seguido de un cuá muy sincero, se despidió nuestro
ánade protagonista.
FIN
Un palmípedo que no se deja influir, con las ideas claras.
ResponderEliminarUn abrazo, Pedro