<<No, no…, y no>>
resonaron en su bóveda craneal como tres disparos hechos en el silencio de la
noche. Media vuelta y, de nuevo, esta vez frente a la mesilla: <<no>>
Seguidamente el silencio
interior, ese que siempre llega tras una decisión fundamental, ese que nos deja
clarísimo el significado de la palabra soledad. << ¿No?>> le
susurró su subconsciente, ese que sólo entiende…, de sus cosas.
<<NO>> le respondió tajantemente << Pero…, si todo el mundo
lo hace. ¿Vas a ser tú el único?>> Volvió a la carga su subconsciente
<< Yo no. No pienso mentir. No pienso traicionar mis valores>>
respondió en voz alta, para que no le quedase ninguna duda <<Allá tú.
Pero me parece hoy en día un anacronismo tu postura. Te convertirás en un perdedor>> le dijo a bocajarro
<< ¡Te equivocas!>> le respondió también a bocajarro <<Por
cierto, por curiosidad ¿por qué?>>le preguntó intentando gastar su último
cartucho << Además de cruel eres tonto. La cosa está muy clara: para que
tú no me vuelvas a hablar jamás>> Y…, colorín colorado, abrazando a sus
valores eternos, se durmió plácidamente y, creedme amigos míos que nunca jamás
de los jamases necesitó una sola pastilla para dormir. Fin
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