— Mamá, tengo hambre
— Ssssh, no me interrumpas hija.
— Pero…, es que tengo hambre.
— Ya, ya. Tienes que esperar.
— ¿Por qué mamá?
— Porque sí. No lo entenderías, es cosa de mayores.
— Pero es que me duele la tripa.
— YA CÁLLATE. He apostado toda la leche. Estoy de racha. Va a salir mi número bonito, el día en el que tú naciste.
— ¿Y si no sale, mamá?
Cuadro del pintor chileno Mauro Olivos |
Nuevamente una lectura aguda e inteligente de un español sobre una obra de contenido tan local (Isla de Chiloé) pero que quizá represente procesos o conceptos muy globales.
ResponderEliminarFelicitaciones Pedro y gracias de nuevo
Mauro