Y, con una
sensación de fracaso enorme, el extraterrestre envió un mensaje de recogida
urgente antes de haber finalizado su misión en el azulado y malherido planeta.
Ya no le quedaba moneda terrícola de ningún tipo con la que paliar a los miles
y miles de mendigos algo de su, para él, incomprensible falta de alimentos.
También es cierto que sus extremidades estaban ya cansadísimas de excavar
refugios para chiquillos ante los bombardeos en guerras que no comprendía de
dónde venían. Tampoco le quedaba dinero para proporcionárselo a brillantes investigadores
que estaban a un pasito de paliar enfermedades horripilantes erradicadas hacía
siglos en su planeta de origen.
«¿Ya
quieres regresar? Te van a echar la bronca, no has terminado tu misión», le dijo su compañero de platillo
« No
quieren. Esto no tiene arreglo…. aquí no pinto nada. Vayámonos de aquí »
Los humanos, esas criaturas sin solución.
ResponderEliminarYa echaba de menos alguna perla como ésta.
Un abrazo, Pedro
Gracias , Ángel. Un abrazo muy fuerte.
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