Y por fin se dio cuenta de su
verdadera naturaleza: no era de este mundo. De ahí partía, hasta ahora claro,
la desazón, la infelicidad permanente. <<Posiblemente impacté en la Tierra dentro de algún
platillo invisible y la amnesia (síntoma coincidente por lo visto entre
especies tan alejadas) ha sido la causante de todo este embrollo, o a lo mejor
como el protagonista de la película K-PAX,
vine dentro de un rayo de luz y debido a la alta velocidad del viaje pues como
para acordarse de nada >> Y lo vio todo claro. Y se imaginó, esbozando
una sonrisa, que las antenas verdes estaban dentro de su cráneo escondidas, y que mejor así, aunque podría
sacarlas en carnaval concomitantemente a una nariz roja y unas gafas con ojos
saltones que compraría en éste ya NO su planeta. <<Pero…ahora…. ¿cómo me
voy? Porque yo de prestado, ni loco. Ni extraterrestre loco, quería decir>>….Ssssh,
ahora que no me oye: puede ser La Navidad. Ya está. Se acabó. Tampoco es para
tanto.
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