Y como cuentan que ocurrió, un día
nuestro protagonista salió en busca de la verdad, como dicen que hicieron en su día los caballeros de
la que dicen que hubo mesa redonda ( que la cuadrada sí que existió). Pero no encontró nada; bueno, vio muchas cosas pero no
lo que buscaba. Y una noche, su maldito subconsciente le regaño fuertemente por
el fracaso obtenido. <<Deberías no volver a fiarte de lo que dicen que
existe y no de lo que existe realmente….para ti. ¡Que hay mucho subconsciente
malvado por ahí suelto! >> Y por ello, habiendo aprendido la lección, colgó
su armadura con objeto de dejar de buscar esa verdad que dicen que existe…pero
otra noche, de improviso, su subconsciente le volvió a regañar <<No te pases de huraño y sal ahí
fuera de nuevo>> Si es que no hay quien entienda a los putos
subconscientes (nota y palabrota del autor al leer el relatillo)
Pues sí, Pedro, nada más voluble y caprichoso que el subconsciente. No hay que hacerle mucho caso.
ResponderEliminarUn abrazo