Érase una época lejana, muy
lejana en la que una mujer fue elegida para hacer el trabajo de un hombre,
excepcional en el tiempo al que me estoy refiriendo. Y se puso al frente de
todo y mandó y mandó hasta que la puerta se cayó. Y los hombres se dieron cuenta
de que había mujeres que lo hacían igual o mejor que ellos. Bueno, digamos
igual…salvo aquella mujer que lo hizo mejor, eso sí. Y lo dejó todo escrito
para que en venideras ocasiones diese igual el género del jefe, y sólo se
ocupasen de soplar y derribar “la puerta”. Ya he dicho que era excepcional…
aquella mujer.
Es bueno dejarse sorprender por esos relatos, sueños de personas tan humanas aunque ajenas. Gracias por compartir lo que brota del alma.
ResponderEliminarGracias a ti, Claudia.
Eliminartu estilo me encanta
ResponderEliminarSigue sorprendiendonos con tus relatos
Muchísimas gracias!!!!!!Lo intentaré.....
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