El parduzco gusanito,
que odiaba profundamente llamar la
atención, estaba muy harto. Si entraba en una manzana que “qué asco”, y si no “vaya
repugnancia de bicho hay en esa hoja”. No sabía a qué atenerse. Tenía que
sortear día sí y día también con las humaredas azuladas de veneno que… <<Pero
bueno…estos humanos ¿qué quieren que haga, por favor? Y encima, tengo que
soportar que me digan Animal invertebrado
sin valor taxonómico con un cerebro simple ¡Y vosotros vais al terapeuta
porque no encontráis vuestro sitio en la vida!
Iros a la mierda, enclenques vertebrados de complejo cerebro >>
Un animalillo que deja a las claras que nos complicamos la vida sin necesidad, que en la sencillez suele estar la sabiduría.
ResponderEliminarUn abrazo, Pedro
Así es, amigo. Otro abrazo para ti.
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